Casi una hora después, me desperté y me dí la vuelta entre sus brazos para mirarle.
Me encanta todo en él, hasta como duerme. Su boca está medio abierta y el pelo revuelto. Está precioso. Parece un ángel... Es mi ángel.
Sus labios me tientan mucho.
Le mordí el labio inferior suavemente y le acaricié el pecho. Abrió un poco los ojos.
+Me tienes que despertar así en casa.- Murmuró, y bajó su mano hasta la parte baja de mi espalda y me pegó a él.
Sonreí.
-Buenas tardes.- Susurré.
+Muy buenas.- Murmuró y me besó suavemente.
Como ya es de costumbre, el calor recorre mi cuerpo.
Tan sólo con escuchar su voz, ya me excito.
-Voy a coger el ordenador para responder las felicitaciones por Twitter.
Asintió y me levanté. Luego él se sentó y yo me senté entre sus piernas, apoyando mi espalda en su pecho.
Encendí el ordenador y revisé el Twitter. Reí al ver las felicitaciones de los chicos, las chicas y más famosos como Tom, de McFly o Cher Lloyd.
Vi la de Harry y reí aún más: “¡Feliz cumpleaños, sirenita ;)! Espero que te lo pases muy bien xx.“.
-¿Sirenita?- Dije riendo.
Él rió también.
+Es que, ¿qué puedo escribir en Twitter para que no sepan lo que somos?
Reí y le contesté a todos. Estoy tan emocionada al ver tantas menciones de cuentas verificadas, que no paro de sonreír.
Me emocioné aún más al ver vídeos de fans y fotos; es todo precioso.
Empecé a contestar a todos los fans que pude.
Mientras escribía, sentía que Harry me acariciaba la pierna y eso me hacía perder un poco el hilo.
+¿Sabes? Me encantan tus piernas; adoro cuando llevas pantalones cortos, faldas o vestidos.
Miré mi pantalón corto vaquero y me encogí de hombros.
-Estos pantalones cortos son normales.
+A mi no me interesan los pantalones.- Susurró pasando su mano por mi muslo, hasta el principio de éste.
Me mordí el labio.
El calor y el cosquilleo que me dejaba su mano me van a hacer gritar.
+También me gusta cuando te pones camisetas cortas.- Susurró.
-Hoy no llevo puesta ninguna.- Murmuré.
+Eso no es problema.- Susurró, levantando mi camiseta por la barriga y acariciándome.
Mi respiración se hizo más agitada.
-Deberías parar.- Murmuré.
+Me cuesta tanto no tocarte...- Me susurró en el cuello.
El calor me quema. Jadeé. Me separé de él y me di la vuelta para tenerlo de frente.
Sus manos cayeron a los lados y se me quedó mirando.
Sus ojos están oscuros, con las pupilas dilatadas.
Apoyé mis manos en sus muslos y le miré fijamente a los ojos.
-Para ya.- Susurré.- Te estás pasando y yo también puedo ponerte así.
+No hace falta que me toques.-Murmuró.-Con esa mirada ya me estás llevando al límite.
Sentí que mi excitación se elevaba un grado más y cerré los ojos.
-Harry... Mi familia está aquí y tú te estás excediendo. Hay límites.
+Lo sé, y lo siento.-Susurró y colocó sus manos en mis mejillas, acercando su cara hasta la mía para besarme.
Lo abracé y me acarició el pelo.
+Te quiero tanto, tanto, tanto...- Dijo mientras me apretaba hacia él.
-Y yo a ti, Hazza.-Dije mientras me acurrucaba en su abrazo.
Me senté entre sus piernas de nuevo y seguí con el Twitter mientras hablábamos. Luego nos pusimos a ver vídeos tontos de internet y no parábamos de reír. Un rato después, tocaron la puerta.
-¡Pasa!
+¡Hoooola!- Dijo Tay mientras abría la puerta. Detrás de ella estaban Eric, Romi y Kate.
Me sonrojé cuando se fijaron que estaba sentada entre las piernas de Harry, y me levanté a saludarles.
Harry hizo lo mismo y comenzamos a hablar, básicamente, de todo.
Tay y Romi le hacían muchísimas preguntas a Harry acerca de su vida, y Eric nos hacía preguntas acerca de música. Lo veo normal; es DJ. En cambio, Kate ya lo conoce, así que sólo escucha atentamente.
Mamá y papá se fueron una vez que Harry y yo ya no estábamos solos en casa, y Dei se quedó en el salón, viendo la televisión. Mis amigas estaban estresando a Harry por las preguntas que hacían y yo no paraba de reír; Harry, por el contrario, estaba histérico. Tay y Romi le han preguntado hasta cuál es su color favorito, y Tay le dijo que desconfiaba de él y que si me hacía daño, le mataría. La cara de Harry fue un poema y Kate y yo no pudimos evitar reír a carcajadas.
De repente sonó el timbre.
+¡Mi salvación!-Me dijo Harry al oído.- Por eso adoro a estos chicos.
Reí y escuché cómo Dei les abría la puerta, los saludaba y hablaba con ellos animadamente.
+Esto... Yo debería dejarlos solos con (Tn)______... -Dijo Harry.- Tendrán que hablar de cosas privadas...
Todos asintieron y Harry se levantó y me ofreció su mano. Lo miré con el ceño fruncido.
+Acompáñame un momento, por favor.
Asentí y cogí su mano.
Salimos al pasillo, dónde, obviamente, no había nadie, y se detuvo.
+He estado apunto de tirarme de los pelos. Dios mío, ¡nunca he estado tan histérico!- Susurró.
-Tu cara era un poema.- Susurré, riendo.
+¡Tus amigas son sádicas!¡Taylor me ha amenazado de muerte!
Seguí riendo sin parar.
+Eh, ésta me la vas a pagar, espero que lo sepas.- Susurró.
Reí.
-Sí, sí...
+En serio, lo pasé muy mal, (Tn)_______.- Dijo haciendo un pucherito.
Reí mientras decía el típico “Aw“ y le acariciaba la mejilla.
+Yo quiero un besito.- Dijo, todavía haciendo el pucherito.
Yo no podía parar de reír y le di un besito.
+Bueno, no, yo quiero un beso.
Puse los ojos en blanco y le di un buen beso, mientras él me apretaba a su cuerpo, apoyándose en la pared y colocando sus manos en mi trasero.
Sonreí mientras le besaba y coloqué mis manos en sus abdominales, por debajo de la camiseta.
Nos dejamos de besar y miró entre nosotros dos, hacia mis manos. Él mantenía sus manos en mi trasero.
+Es raro en ti que coloques tus manos ahí.- Susurró, y me mordió la mejilla.
Sonreí y me encogí de hombros.
-Es que tú siempre pones tus manos en mi trasero y yo alrededor de tu cuello, y no es justo. Yo también quiero tocar.- Dije haciendo un pucherito.
Rió.
+Hmmm, así que quieres tocar...-Dijo mientras me apretaba a él con una sonrisa sensual.
Me sonrojé por cómo lo dijo. Suena peor de lo que es.
-Así, como tú lo dices, no suena bien, Harry.
+Es que no sonó bien desde el principio.- Dijo mientras me mordía el labio y tiraba hacia él.
-Mentira.-Susurré mientras él aprisionaba mi labio.
+Verdad.- Dijo, y pasó su lengua por mi labio.- Pero el caso es que puedes tocar todo lo que quieras... De mi cuerpo, por supuesto.
Reí.
-Parece que lo estás pidiendo más que diciéndolo.
+Hmmm como a ti te parezca, pero el caso es que quiero un beso tuyo, ahora.
-Pídelo por favor.-Dije sonriendo.
Abrió los ojos, sorprendido, y luego sonrió, juguetón.
+¿Y si no quiero?
-Te quedas sin beso.- Dije dándole un besito en el cuello y acariciando sus abdominales.
+Eres una verdadera tortura.
-Hmmm, son sólo dos palabras.- Dije, y rocé mis labios con sus labios.
+Hasta me pondría de rodillas por un simple roce de labios.- Susurró.
Me sonrojé un poco y sonreí.
-Todavía no has dicho las palabras.- Susurré contra su clavícula y le di un besito suave en medio de ésta.
+Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor.- Susurró, y después de cada “por favor“, me besaba en las mejillas.
Reí y coloqué mis manos en sus mejillas para acercarlo a mi, y lo besé bien, como a él le encanta, enredando nuestras lenguas suavemente.
Él ronroneaba mientras nos besábamos y esos ronroneos roncos recorren todo mi cuerpo.
Me encantan. Me encanta.
+Cuando estemos en casa, no te voy a dejar escapar de mi.- Susurró y me mordió el labio.
-No quiero escapar.- Susurré.
Me besó mientras volvía a apretarme a él.
+Eres irresistible.-Murmuró mientras me besaba. Y luego me abrazó. Y yo no quiero que me deje de abrazar nunca más. Sería completamente feliz si paso así el resto de mi vida.
-¿Sabes que me encantan tus abrazos? Son siempre tan calurosos y transmiten tanto amor...- Susurré mirando hacia arriba, todavía entre sus brazos.
+Y a mi me encantan tus besos. Me dicen tu estado de ánimo.-Susurró apretándome más.
-A mi también me gustan tus besos.
+Y a mi tus abrazos.- Dijo en tono juguetón.
Reí y puse los ojos en blanco.
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