Ay, qué ganas de estar ya con él y abrazarle y besarle.
Llegué al comedor y mamá, papá y Dei estaban sentados esperándome. Los saludé a todos y me senté. Cogí una tostada y le eché mantequilla y miel, como a mi me gustan.
Papá sonrió.
+¿Sabes? La última vez que estuviste aquí, nosotros éramos a los primeros a los que nos dabas tus buenos días.- Dijo.
Sonreí, me sonrojé y negué con la cabeza. Le di un mordisco a mi tostada y la mastiqué lentamente.
-Poco después de conocerle, Harry ha sido siempre el primero en recibir mis buenos días; incluso la última vez que estuve aquí.
Papá, mamá y Dei rieron.
+Te gusta mucho, ¿verdad?- Dijo Dei.
Bebí colacao y suspiré.
-Nadie nunca me ha gustado tanto.
+Cariño, ¿no crees que ya es hora de que puedan estar juntos en la calle?- Dijo mamá.
Negué con la cabeza y seguí comiendo.
+¿Por qué no? Ya eres bastante conocida.- Dijo Dei.- Te lo digo porque no llevas ni cuatro días aquí, y los paparazzi ya me tienen hartísimo.
Reí.
-Sé que ya soy bastante conocida, sí, pero sólo en algunos países; en otros no, y One Direction es bastante conocido a nivel mundial. “What makes you beautiful“ ha estado de número uno en la lista Billboard y mi single todavía va por el número cincuenta más o menos. No quiero que las críticas nos acaben afectando a los dos, y mucho menos, al grupo entero. Llegué a ser conocida en España porque soy española, en Reino Unido soy conocida porque vivo ahí, y poco a poco mi fama se ha extendido por Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Holanda, Suiza y más países de Europa, pero apenas me conocen en el continente Americano y en Oceanía, que son los continentes que, además del Europeo, nos importan bastante. Cuando alguna de mis canciones llegue a número uno en Estados Unidos y Australia, significará que podemos dar a conocer nuestra relación.-Dije.
Me estaban mirando con los ojos muy abiertos y me dan miedo.
-¿Qué pasa?- Dije volviendo a comer.
+¡Madre mía, cariño, has madurado muchísimo!- Dijo mamá.
-Gracias por decir que era una inmadura.- Dije riendo.
Todos rieron y seguimos desayunando entre broma y broma.
Durante la mañana, salimos un rato a la playa y luego nos dimos una vuelta por el centro comercial. Tuve que pedirle varias veces a los paparazzi que nos dejaran en paz porque estaba con mi familia, pero era como hablar con la pared. Al final, decidimos irnos a casa porque a mi familia les ponía muy nerviosos que nos siguieran a todas partes.
Les pedí perdón por esto, ya que no es normal en sus vidas, pero ellos me animaron y me dijeron que no pasa nada, que eso es cosa de mi día a día.
A las 12:30, mamá empezó a hacer el almuerzo y me quedé observándola mientras cocinaba. Desde pequeña, siempre me ha encantado ver cómo mamá cocina... Sus comidas siempre están exquisitas; es como si tuviera un don.
Mientras se hacía la comida, puse la mesa.
De repente, escuché el timbre y salí corriendo a abrir la puerta. Harry. Es Harry. Tengo tantas ganas de verle...
Abrí la puerta y Harry entró con esa preciosa sonrisa y cerró la puerta para luego abrazarme. Inspiré su olor; es tan varonil...
+Te he echado tanto de menos, cariño.- Murmuró.
Me separé un poco para verle la cara, y tenía sus preciosos ojos grises brillando. Sus labios estaban muy cerca de los míos. Oh... Sus labio inferior es tan carnoso.
Sus labios son perfectos.
Intenté contenerme, pero no pude y le besé.
Harry, al principio, me apretó hacia él, pero luego subió sus manos a mi cara y me separó de él, apoyando su frente en la mía.
+Tu familia.- Susurró contra mis labios.
Sonreí. -Lo siento.- Susurré.
+Es tan difícil no besarte...- Susurró, y rozó sus labios con los míos.
Le abracé antes de que me besara.
Mi familia está al otro lado pero nos pueden ver.
+Te quiero mucho.- Susurró.
-Y yo a ti. Nos separamos.
+¡Hola, Hazza!- Dijo Dei.
+¡Hola, Dei!- Dijo Harry.
Yo no me quería de soltar de su abrazo, así que Harry quitó una de sus manos de mi espalda y le dio la mano mientras yo me acurrucaba en su otro brazo, que me rodeaba. Dei puso los ojos en blanco y yo reí. Luego vino papá a saludarlo y también le dio la mano, pero yo me separé porque con papá y mamá me da más vergüenza. Es inevitable.
Empezamos a comer y todos elogiamos a mamá por el almuerzo que hizo.
Harry dijo que yo había sacado los dotes de cocina de mi madre y explicó que yo a veces cocino para los chicos antes de que mi familia sacara alguna conclusión. Bien.
Seguimos el día charlando. Mis padres y Dei le hacían muchas preguntas a Harry y a papá se le veía muy cómodo con él.
Después de almorzar, nos quedamos hablando un rato y luego Harry y yo nos fuimos a mi habitación. Cerré la puerta
+Cariño.- Dijo Harry
-¿Qué?- Dije volteándome hacia él. Y me cogió por las mejillas y me besó. Un beso dulce pero desesperado, y fue suficiente para despertar todas mis terminaciones nerviosas.
Cuando dejó de besarme, apoyó su frente en la mía y yo cerré los ojos. No sé cómo lo hace, pero nota el deseo en mis ojos, y cerrándolos no notará nada.
+No tienes ni idea de cuánto te quiero.- Susurró, colocándome un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Tú sí que no tienes idea de cuánto te quiero.- Susurré y le miré.
Esos preciosos ojos gris verdoso estaban clavados en los míos.
Y se quedó mirándome directamente a los ojos. Mierda.
Pasó su mano por mi cintura, hacia mi espalda, y me besó de nuevo. Este beso era más sensual, más íntimo, y bajó sus manos por mi espalda hacia mi trasero. Una vez en él, me agarró y me levantó hacia él. Intenté no gemir y le mordí el labio.
Él fue rozando con su aliento mi mejilla hasta llegar a mi cuello.
+Me estas volviendo loco.- Susurró contra él.
Me mordí el labio y respiré profundamente.
-Me descontrolas.- Murmuré.
+Mejor vamos a la cama.- Susurró paseando su mano por mi espalda.
Lo miré, abriendo mucho los ojos.
+A hablar.- Dijo poniendo los ojos en blanco.
Reí.
-¡Es que no te explicas, Hazza!
Rió.
+¿Qué te crees que te haría con tu padre y tu hermano cerca? Me cortarían los...
-¡Harry!- Le inturrumpí, pegándole en el hombro y riendo.
+¡Sabes que es verdad!- Dijo riendo él también.
-¡Pero no tienes que ser tan explícito!
+¡Pero si me acabas de decir que no me explico!
Reí y puse los ojos en blanco.
+Bueno, vamos a la cama a acostarnos.
Le volví a mirar.
-Esas son las cosas en las que tienes que ser más explícito.
+A hablar.- Dijo poniendo los ojos en blanco y sonriendo.
Reí y se acostó primero él en la cama, de lado, y luego me acosté yo, de lado también para que él me abrazara, como siempre.
Empezamos a hablar de música, de los chicos, de las chicas y de lo vivido en los días anteriores, y poco a poco nos quedamos dormidos
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