#HCWYLEI Capítulo 112.

Después de comer, nos sentamos a descansar mientras veíamos la tele. Yo me senté en la misma esquina de siempre, pero Harry se sentó lejos de mi.
Esto no es normal, nada normal... Hasta los chicos se muestran sorprendidos por la actitud de Harry.
Yo actúo como si nada sucediera porque es la verdad, no sucedió nada como para que se ponga así, y yo también sé comportarme como él.
De repente, Harry se levantó y se fue a la cocina a prepararse un té.
¿Un té?¿Harry? Qué raro.
Después de pensarlo bien, me levanté y fui a la cocina pero me detuve antes de entrar porque un miedo se apoderó de mi: ¿y si me deja?¿Qué haría yo con mi vida si él me deja?
Suspiré y sentí como mis manos empezaban a temblar y mi corazón, a acelerarse.
No, no me va a dejar. Yo confío en él y él me quiere.
Mi corazón, más que latir, martillaba mi pecho, pero intenté actuar con naturalidad y entré. Al fin y al cabo, si él no da su brazo a torcer, yo menos.
Harry estaba calentando el agua y había sacado una tacita y echado té de frutos del bosque.
-Yo también quiero un poco.- Murmuré mientras entraba.
Harry asintió, cogió otra tacita junto a un platito y la puso en la mesa mientras esperábamos a que se calentara el agua.
Ninguno de los dos nos sentamos, simplemente estamos de pie, sin mirarnos.
Finalmente y en contra de mi voluntad, decidí dar el primer paso.
-¿Qué te pasa?- Dije suavemente.
Harry se encogió de hombros, pero no dijo nada y siguió viendo el calentador de agua ése tan práctico que utilizan los ingleses.
De repente, sentí esa sangre española calentándome las velas. Mi buen humor se está esfumando. ¿Pero le cuesta tanto hablar?¿Acaso yo me he negado a hablarle alguna vez cuando me enfado?
-Puedes decirme lo que te pasa o puedes estar sin hablarme durante días; tú decides, pero si no me hablas, ni siquiera pienses que dormiremos en la misma cama; hay muchos dormitorios en estas casas. Como he dicho antes, es tu decisión.- Dije, y me metí entre él y el mueble de la cocina para coger el calentador de agua y echarla en mi tacita.
Estaba sorprendido, pero no estoy de humor para estas cosas. Tengo una entrevista en poco más de una hora y no quiero llegar malhumorada.
Dejé el termo en la mesa y Harry tiró de mi brazo y me dio la vuelta para que quede mirándo hacia él.
La tensión era palpable.
Sus ojos estaban oscuros, pero no voy a dejar que con su mirada penetrante me intimide.
+Primero de todo, ni siquiera pienses que vas a dormir en otra cama que no sea la nuestra mientras no tengamos que salir de esta parte del país.- Gruñó  bastante enfadado, e iba a replicarle cuando me cortó y siguió hablando.- Segundo, estoy enfadado porque lo del avión ha sido un golpe bajo. No pude disfrutar de un beso de buenos días ni de buenas tardes de mi novia, pero para ella es más importante que no nos vean besarnos.
Me enfadé aun más.
No, esto no lo voy a consentir. Si fuera por él, me besaría hasta frente al Papa, y no. La gente se merece un mínimo de respeto y estoy más que harta de que se comporte así. Qué malcriado es. Es que tengo unas ganas de pegarle que no son normales.
Volví a abrir la boca para decirle de todo menos bonito cuando volvió a cortarme.
+Y tercero, ni siquiera he podido concentrarme en la entrevista pensando en ti y en esos labios tuyos tan suaves y delicados.-Intenté no sonreír al recordar la entrevista, pero mi enfado persistía y aumentaba. Mi carácter español se me sube por segundos.- Me da igual quién esté delante, me da igual lo que pueda decir la gente que nos conoce y me da igual tú y tus enfados, tú eres mía y punto.
Nos miramos directamente a los ojos. El aire era tan espeso que parecía que podías cogerlo con la mano, como si de algodón se tratase.
Entonces, nuestras respiraciones se aceleraron y sentí el calor subiendo por mi cuerpo.
Su mano seguía cogiéndome del brazo y la piel me hormigueaba bajo su toque.
Subió la otra mano lentamente por mi espalda, haciéndome sentir mil sensaciones; la colocó en mi nuca y se acercó para besarme pero eché la cabeza hacia detrás. Me miró fijamente con su mirada, tan penetrante que casi me hacía temblar, y el calor recorriéndome el cuerpo era cada vez más espeso.
+No me niegues nada de lo que quiera hacer, (Tn)________.- Dijo con una voz ronca e intimidatoria.
Me atrajo hacia él fuertemente, con una mano en mi trasero y otra en mi nuca, y más que besarme me comió.
Jadeábamos mientras nos besábamos fuertemente, y mi enfado se disipó en una fracción de segundo. Ahora sólo lo quiero a él junto a mi.
De pronto, bajó sus manos a mis caderas y me subió al mueble de la cocina, dejándome sentada en este.
Como un auto-reflejo, cerré mis piernas antes de que él se metiera entre ellas para besarme, y él se separó de mi boca y respiró muy profundamente.
+Te dije que no me negaras nada. -murmuró con ese mismo tono.
Y así, sin más, abrió mis piernas bruscamente con sus manos y se metió entre ellas.
En este momento doy gracias por llevar puesto leggins.
Busqué su boca con la mía, insitándolo a que volviera a besarme como antes porque no quiero que siga enfadado, y no me defraudó. Nuestros lenguas se entrelazaban y nuestros labios chocaban. Me arrimó más hacia el borde del mueble con una mano en mi trasero y la otra en mi espalda.
Sentí su erección pegada a mi, a esa zona tan prohibida, y me sentía morir de excitación.
Entonces, se separó de mis labios para bajar a mi cuello.
+Tienes que dejar de prohibirme las cosas.- Susurró contra mi cuello.- Si yo quiero besarte, te beso; y si a mi me da la gana de hacerte el amor en este momento encima de este mueble, lo hago. Tienes que confiar más en mi.- Murmuró, y me dio un beso húmedo en el cuello.
El calor me iba a hacer estallar.
-Pero eso...-No me dejó hablar. Me cortó pegando aún más su pelvis contra la mía y me mordí el labio para no gemir.
+Tienes que dejar de pensar y arriesgarte más. Yo cuidaré de ti en todo momento.- Me susurró al oido, y luego me besó.
Pasé mis manos por detrás de su cuello para besarlo mejor y, después de un buen y largo beso, me quedé abrazada a él en esa posición.
Él también se quedó inmóvil, con sus brazos alrededor de mi, apretandóme fuertemente.
+No te puedes imaginar el amor que siento por ti ni cuanto te quiero.- Susurró con la mejilla apoyada por encima de mi cabeza.
-Te quiero demasiado. Más de lo que he querido a nadie en toda mi vida.-Murmuré, y me dio un besito en la cabeza.
+Pero lo que te dije es cierto, cariño, tienes que dejar de pensar tanto y actuar más, dejarte llevar y dejarme a mi hacer lo que quiera, porque, sea lo que sea, nunca haré nada que te perjudique a ti ni nos perjudique a los dos, y de verdad que me molesta mucho que no me dejes hacer algo cuando quiero.- Dijo mirándome a los ojos.
Sonreí y asentí.
-Muchas veces me quiero dejar llevar, Harry, pero siempre que pasa algo... Es mal momento.
Harry puso cara de no creerme.
Le miré directamente a los ojos y lo envolví con mis piernas, entrelazándolas en su trasero.
-¿De verdad crees que si no me quisiera dejar llevar te dejaría estar así, conmigo, ahora?- Murmuré, y lo apreté hacia mí con las piernas.
Contuvo la respiración y después, soltó el aire lentamente.
+Lo he entendido, pero no me hagas mucho eso porque no me hago cargo de lo que pueda pasar, aunque cabe decir que me encanta estar así.- Susurró sonriendo.
Sonreí y me sonrojé.
+Cariño, deberías irte a cambiar de ropa, porque la entrevista es en un ratito y Hil estará a punto de llegar.- Dijo Harry.
Suspiré.
-No tengo ganas.- Dije apoyando mi cabeza en su pecho.
+Si quieres, te ayudo a desvestirte.- Dijo mientras me acariciaba la espalda, y sentí su sonrisa.
Puse los ojos en blanco y reí.
-No, tranquilo, gracias por tus intenciones.
+Algún día cederás a mis intenciones.-Susurró.
Me sonrojé.
Creo que cedería ahora mismo, pero no puedo por la entrevista.
¡Ay, qué vida tan dificil!
Entonces, Harry me cogió en brazos y grité, y luego empecé a reir.
+Tienes la mala manía de gritar cuando te cojo en brazos.- Dijo Hazza riendo.
Reí, recordando cuando estuvimos en su casa.
-¿Y por qué me has cogido en brazos esta vez?- Dije sonriendo mientras movía mis pies, los cuales estaban colgando en un lateral de su brazo derecho.
+Porque tienes que cambiarte para la entrevista, y no puedes ponerle la excusa a Hil de haber llegado tarde por mi culpa. Hilary da miedo cuando se enfada.- Dijo Hazza.
Reí.
-Tú sí que das miedo cuando te enfadas.- Le dije, y le di un toque en la punta de la nariz.
Sonrió y me dio un suave besito en los labios.
Le devolví la sonrisa y salimos de la cocina así.
Intenté convencerle de que me dejara en el suelo, pero él insistía en llevarme a casa así.
Entramos en en salón para salir por el jardín de la piscina, ya que es un buen atajo, y los chicos se quedaron mirándonos y sonriendo.
+¿Todo bien?-Dijo Zayn.
Asentimos a la vez.
+Las reconciliaciones son lo mejor de las discuciones entre pareja.- Dijo Niall sonriendo pervertidamente.
Me sonrojé y Harry puso los ojos en blanco y rió.
Apoyé mi cabeza en su pecho y dejé que me llevara a casa.
Tampoco me hizo caso cuando intentaba subir yo misma las escaleras, así que subió hasta nuestra habitación y me dejó en medio de mi vestidor.
+Todo tuyo.- Dijo, y me dio un besito en la mejilla, pero se quedó ahí.
-Hazza, fuera.- Dije aguantándome la risa.
+Hmmmm bueno... Vale.- Dijo devolviéndome la sonrisa, y se fue a sentar a la cama.
Me cambié de ropa y salí al baño para peinarme y maquillarme lo básico. Sentía la mirada de Harry siguiéndome.
-¡Lista!¿Estoy bien?- Dije saliendo y colocandome frente a él.
+Estás perfecta, como siempre. Murmuró contra mis labios.
Puse los ojos en blanco y sonreí.
-No sé para qué te pregunto nada si siempre vas a contestar igual.
+Es que siempre estás perfecta.- Dijo con voz seria.
Reí.
-Incluso cuando estoy recién levantada, con el pelo como una loca, dices eso.
+No, cuando estás recien levantada, estás aún más perfecta de lo normal, si eso puede see posible.- Susurró contra mis labios, y me besó suavemente.
-Estás loco.- Susurré mientras me besaba.
+Por ti.-Susurró en nuestro beso.
Esa frase me ha hecho sentir en el cielo.El corazón me late a mil por hora por esa pequeña frase. Lo quiero tanto que ya no sé ni cómo definir lo que siento.
Me abrazó y apoyé mi cara en su pecho.
+¿A qué hora nos volveremos a ver hoy?- Dijo Hazza.
Me encogí de hombros.
-Creo que después de la entrevista voy al estudio y, luego, a grabar un video.
+No te pongas muy sexy para el video. En el de Party in the USA ya ibas muy sexy.
Reí y puse los ojos en blanco.
-Iba en pantalones cortos y camiseta básica.
+Lo suficiente para dejar a todos deseando más.- Murmuró, y me apretó fuertemente.
-¿Y tú qué vas a hacer esta tarde?
+Iré al estudio con los chicos y a alguna otra entrevista.
-Pues espero que te lo pases muy bien, cariño. Yo ya me tengo que ir.- Dije despegándome un poco de él.
+Te quiero muchísimo. Más que muchísimo.- Dijo con sus manos apoyadas en mi mejillas.
-Yo también a ti, Harry.
Y me dio uno de esos besos tan de él, que parece que me voy a ir a la guerra en vez de a trabajar.
Dejé a Harry en casa y me fui con Hil a la entrevista, en la cual me lo pasé genial. Después, fuimos al estudio, dónde estaba James esperándome, y le canté la canción que había empezado a componer y poco a poco me ayudó a terminarla y a ponerle ritmo. Luego, Hil me llevó a un estudio para grabar “I‘m with you“, la canción que escribí cuando me fui a Tenerife, antes de que Harry y yo empezáramos a salir.
Intenté hacerlo lo mejor posible. Esta canción me recuerda a esos momentos en los que me sentía estallar por todo lo que sentía por él y por cómo no podía expresarlo.
Después de unas horas de grabación, Hil me llevó a casa.
Eran las nueve cuando llegué y en la casa principal sólo estaban Liam y Zayn. Me dijeron que Harry ya se había ido a casa, así que fui corriendo a casa y abrí la puerta con cuidado.
Hazza estaba en ‘pijama‘, medio dormido viendo la tele.
Sonreí.
Es que es precioso. Cualquier chica soñaría con llegar a casa y encontrar a alguien así tirado en su sillón.
Entré silenciosamente, lo abracé desde detrás y le di un besito en la mejilla.
+¡Menos mal que ya has llegado!- Dijo apretando mis brazos.
Sonreí.
-Espera, ya vengo, voy a ponerme más cómoda.
+Vale, te espero.
Subí corriendo las escaleras y me puse el pijama rápidamente, me quité el maquillaje, me cepillé el pelo y bajé.
Me eché en el sillón, a su lado, y me apoyé en su hombro.
+¿Sabes? Puede ser extraño, pero prefiero verte así que verte arreglada.
Sonreí.
-¿Y eso por qué?
+No sé, me siento mejor.- Dijo encogiéndose de hombros.
-Es extraño.- Afirmé, y reí.
+¿Has cenado?
Ay, mierda.
-No... Es que no tenía mucha hambre.
Suspiró y se levantó.
+Vamos a cenar. Sabía que no ibas a cenar y por eso yo tampoco cené.
Fue a la cocina y abrió la nevera.
+¿Te apetece algo en especial?
-No.- Dije mientras me sentaba.
Trajo leche y galletitas de chocolate.
-Me vas a hacer engordar comiendo chocolate a estas horas.
Sonrió.
+No seas tonta, te verías preciosa igualmente.- Dijo cogiéndo una galleta y mojándola en leche.
Yo hice lo mismo.
-Hazza...
+Dime.
-¿Sabes? Hoy, en la tarde, cuando te enfadastes conmigo y te fuistes a la cocina...
+¿Sí?
Suspiré.
-Creí que me ibas a dejar.
Harry abrió mucho los ojos.
+¿Qué?
-Que creí que me ibas a dejar, Harry... No sé, parecías tan enfadado y estabas tan distante que yo... No sé.
Dejó su vaso de leche en la mesita e hizo lo mismo con mi vaso de lecha, me cogió por la cintura y me sentó en tus piernas.
+(Tn)_____, ¿crees que te dejaría, que podría vivir sin ti?¿en serio lo crees?- Dijo, y me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.
Me encogí de hombros.
-Siempre he pensado que te mereces algo mejor, Harry.- Dije acariciándole la mejilla.
Negó con la cabeza.
+Estás equivocada, (Tn)_______. Todo lo que puedo tener, lo mejor que me ha podido pasar en la vida, eres tú. No hay nada ni nadie que pueda superarte. Tú eres perfecta. Te lo he dicho antes y te lo digo ahora. Te lo puedo repetir las veces que quieras porque no voy a cambiar de opinión: eres perfecta, (Tn)_________.
Suspiré.
Pues mientras tanto cree eso... Espero que aunque sea diga pensando eso durante un buen tiempo.
Lo abracé.
Cuánto lo quiero yo a él. En cifras numéricas sería imposible calcular el amor que siento por él.
+Sigue comiendo, cariño. Sabes que odio que te saltes una comida... No quiero que se vuelva a repetir lo de Tenerife.
Asentí, me senté de nuevo en el sofá y seguí comiendo y bebiendo.
Cuando terminamos, lavé los platos y los vasos. Harry fue al baño y yo aproveché de ir al otro y lavarme los dientes.
Cuando llegué, Harry ya estaba echado en el sofá, y me eché a su lado.
Vimos la tele, nos reímos comentando los programas y hablamos de cómo fue nuestro día de hoy.
Después, poco a poco, nos quedamos dormidos.
Me desperté de repente, sobresaltada.
¿Dónde estoy?
Miré alrededor y fruncí el ceño.
¿Qué hacemos Harry y yo en el salón?
Madre mía, estoy echa polvo.
Suspiré e intenté recordar, y lo conseguí.
Miré a Harry y le acaricié la cara.
-Hazza, vamos a la cama que nos hemos quedado dormidos en el sofá.
Asintió, se cambió de posición y volvió a dormir.
Reí y le acaricié el pelo.
+Harry, despierta.
No, no despierta.
Le di pequeños empujoncitos y abrió poco a poco los ojos, se los restregó con la mano y frunció el ceño.
+¿Dónde estamos?
Reí.
-En el salón, nos hemos quedado dormidos en el sofá, cariño.
Se le cerraban los ojitos y me dio penita. Ay, está tan cansado...
Lo ayudé a levantarse y apoyó su brazo en mis hombros. Subimos las escaleras y se tiró en la cama y volvió a quedarse profundamente dormido.
Sonreí. Es como un bebé. Es precioso.
Le puse la mantita por encima, me acosté a su lado, me apoyé en su hombro, me cubrí con la manta, le di un besito y volví a sumergirme en un profundo sueño.
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¡Preciosas! No sé dónde saldrá la foto porque con el móvil me pierdo jajaja.
He visto que sólo tengo dos comentarios pero muchas visitas al blog, así que bueno... Espero que los comentarios aumenten y muchísimas gracias a las que comentaron.
Tengo que decir una cosa: si hay alguna cosa muy fuerte a partir de ahora, no me hago cargo de las personas que sean menores de edad y lo lean. Habrán cosas para mayores de 18 y yo no quiero problemas, pero bueno, espero que estén preparadas.
¡Gracias por leer y las quiero!
¡Ah! Y comenten ;)