1/19/2014

MINI-MARATÓN #HCWYLEI. Capítulo 123.

-¿Qué te tengo domado? ¡Pero si siempre tiene que ser todo cuando quieres y donde quieres!- Dije con una ceja levantada y las manos en forma de jarrón, apoyadas en la cintura.
Sonrió y colocó una de sus manos en mi espalda, arrimándome hacia él hasta que me apretó fuertemente, y la otra mano me la colocó en la mejilla suavemente.
+Es que me llevas al límite, cariño.- Susurró otra vez contra mis labios y bajó su mano por mi espalda suavemente, haciendo que se me pusiera la piel de gallina, hasta llegar a mi trasero.
Me apretó el trasero y pegó su pelvis con la mía.
No puede ser tan sensual... Es que no puede.
Respiré hondo para no desmayarme ante tanta sensualidad, y pasé mis brazos por detrás de su cuello.
-Cariño, estaba hablando de cosas que no son sexuales, pero siempre le tienes que dar ese matiz a todo.-Dije poniendo los ojos en blanco.
Me besó el cuello.
+En cuanto a lo demás, tú eres la que mandas...
Reí y me dio otro beso en el cuello.
Me está poniendo muy nerviosa.
-¿Yo?- Dije intentando que la voz no me temblara.
+Tienes un carácter que impone, cariño.
Reí con ganas.
Este grandullón me está diciendo a mi que impongo. ¡Anda ya!
-¿Qué dices, Harry?
Sonrió contra mi cuello. El calor aumentaba por segundos.
+Oh, le puedes preguntar a los chicos si quieres.-Dijo, y luego pasó su lengua por la base de mi cuello lentamente.
Mi respiración se hizo más pesada y agitada y siento que mis piernas flaquean.
-Harry...- Me quejé, intentando parecer enfadada.
+¿Qué?- Murmuró y me dio un mordisquito en el cuello.
-Que dejes de hacer eso.-Susurré intentando empujarlo, pero es como si fuera de plomo.
+¿Por qué? Me gusta tu cuello.- Dijo apretándome aún más hacia él y me dio un beso húmedo en el cuello.
-¿Acaso tienes que besar o morder todo lo que te guste de mi?- Susurré.
+Hmmm, es una proposición interesante.- Dijo sonriendo y luego chupó mi cuello, y bajó hasta un poco más abajo de mi clavícula.
Ay, no.
Me sonrojé mucho. Sé a lo que se refiere.
-No te estoy proponiendo nada, Harry.- Dije ya como un tomate.
Rió.
+No es lo que tú me propongas, es lo que yo quiero hacerte.- Susurró, esta vez contra mis labios con una sonrisa pícara.
'Hacerte'.
Creo que me acabo de poner de todos los colores.
+Qué preciosa te ves cuando te sonrojas.-Susurró y me besó, primero con lentitud, y luego fue acelerando el beso progresivamente.
Me cogí de sus hombros para no caerme, y me mordió el labio suavemente, atrayéndome hacia él de nuevo.
Desde que empezó este juego, he podido sentir su erección creciendo, y mi calor aumenta por milésimas de segundo.
-Harry.-Susurré con voz temblorosa contra sus labios.-Sepárate un poco, por favor.
+No quiero.-Susurró contra mis labios mientras acariciaba mi cuerpo.
Todo mi cuerpo está temblando.
-Cariño, voy a llegar con la boca hinchada.-Susurré
+Es que eres adictiva.-Dijo mientras seguía besándome.
Sin querer, hice un sonido de gusto mientras me besaba y me pegó a la pared con brusquedad.
+Te volvería a hacer el amor aquí mismo.-Me susurró al oido mientras su mano viajaba por mi cuerpo.
Necesito controlar mi respiración porque sino, me va a dar un infarto.
Intenté concentrarme. Me tengo que ir y Harry no me deja. No es que me quiera ir exactamente, porque por supuesto que prefiero quedarme, pero tengo obligaciones.
Rozó mi mandíbula con sus dientes.
-Hazza...-Susurré-¿Vas a entrar así a casa estando los chicos ahí?
Se separó un poco y miró hacia abajo. Ya tiene una buena erección, y haciéndolo razonar seguro que me deja un poco de espacio para que se me vaya este calentón.
+Me bajo un poco la camiseta y ya no se nota.-Dijo sonriendo y pegándose a mi de nuevo.
-No es por nada, pero si en estado normal se te marca... La camiseta no cambiará nada.-Murmuré.
Frunció el ceño.
+¿Tanto se marca cuando estoy normal? Joder, pues ahora se notará mucho.- De repente sonrió con una sonrisa muy pervertida.-¡Un momento!¿Y tú cómo sabes que se me marca cuando estoy normal?
-Yo pues... No sé Harry, es que tú... Pues... Los pantalones... No, bueno, los boxers también y...
Mis nervios estaban a flor de piel y mi cara quemaba.
+Así que te fijas...-Susurró, todavía sonriendo, mientras pasaba un dedo por mi escote suavemente.
Se me va a salir el corazón del pecho.
-¡No! Es que... ¡Ay, Harry, siempre sacas todo de contexto! Sólo quería avisarte y vas y.... Agh.
+Vale, vale, lo siento.- Dijo y sonrió.- Ves, es que impones mucho cuando te enfadas.
Reí y puse los ojos en blanco. ¡Será bobo!
-Lo único que quería es que no pasaras vergüenza cuando entres a casa, pero tienes siempre que decir chorradas.
+Sabes que no son chorradas, y me siento muy halagado porque te fijas en mis atributos,-le pegué en el hombro y rió- pero podría echarte la culpa a ti de mi erección y asunto arreglado.
Me quedé boquiabierta.
-Ni se te ocurra, Styles.-Murmuré, ahora sí enfadada. No pienso pasar vergüenza por que él quiere.
+Hmmm, todavía no has comprendido cómo me pones cuando te enfadas y me llamas por mi apellido.- Murmuró contra mis labios. Me crucé de brazos mientras le echaba una mirada que podría partirlo en 4.- Pero, tranquila, incluso si pongo esa excusa me daría vergüenza entrar y que me vieran así. Además, se reirían mucho.
-Pues pórtate bien, porque puedo, perfectamente, dejarte con el calentón día sí y día también.
Su sonrisa se hizo distinta, intimidatoria.
+Ni se te ocurra hacerlo, porque yo sí que puedo dejarte con el calentón todo el día.- Susurró en mi oído.
Casi me desmayo ante esa amenaza con ese tono. Sí que puede hacerlo, estoy segura.
Rozó sus labios con los míos, y cuando parecía que iba a besarme,  se separó. Nos miramos directamente a los ojos y la atmósfera estaba muy cargada.
Coloqué mis manos en su cuello para atraerlo a mi boca y poder besarle, y no se negó.
+¡Harry!¿Pero dónde te has met....?-Harry se separó de mi para mirar hacia detrás, luego miró hacia abajo, a su erección, y volvió a pegarse a mi.
Era Louis.
+Ah, estaba claro dónde te habías metido.- Dijo riendo y se fue.
Eso tiene doble sentido, seguro. Me sonrojé.
Entonces sentí mi móvil vibrando en el bolso.
Es Hil.
-¿Hola?- Dije rápidamente.
+¡¿Se puede saber dónde estás y por qué no me has cogido el teléfono?! ¡Llevo 15 minutos aquí fuera y no he parado de tocar la bocina, (Tn)_______!- Gritó Hil.
Hasta Harry la escuchó y me miró con el ceño fruncido.
-¿Qué?
+En dos minutos te quiero fuera. Hay un tráfico terrible y en poco más de media hora tienes una entrevista.-Dijo ya más relajada.
-Vale, lo siento.-Susurré y colgó.
Miré mi móvil y vi que tenía 7 llamadas perdidas.
Luego subí la mirada a Harry.
-¿Tú has eschado mi móvil o el coche?-Le pregunté.
+No.-Dijo seguro.
-Pues tengo 7 llamadas perdidas.-Dije con el ceño fruncido.
+Cariño, entonces deberías irte ya... No quiero que Hil te mate a gritos y que después me corte la cabeza.-Dijo acariciándome la mejilla.
Asentí.
-Te amo.-Susurré contra sus labios.-Nos vemos por la tarde.
Y me volvió a besar.
+Mas bien, por la noche, porque los chicos y yo tenemos mucho trabajo.- Susurró.
Suspiré y me fui.
Cuando entré en el coche de Hil, me senté detrás porque estaba James, como casi siempre.
Hil me miró por el retrovisor, puso los ojos en blanco y aceleró.
-Hola...- Murmuré.
James me saludó y Hil estaba callada, con una mano al volante y la otra, en su bolso.
+Vamos tarde; toma, lo necesitas.- Dijo con sequedad, dándome un pintalabios rosa clarito.
Cogí un espejito de mi bolso y me di cuenta de lo hinchado que se me ven los labios.
¡Madre mía!
James me miró por el espejo retrovisor y vi el destello de su sonrisa.
Empecé a retocarme los labios y, cuando ya se veían normales, le devolví el pintalabios a Hil.
-Hil...
+¿Qué?
-¿Estás muy enfadada?
Suspiró.
+No, pero vamos tarde así que voy concentrada en la carretera.
-¿Crees que luego podríamos hablar de algo?
+¿De qué?
-Es que... Yo... Pues me gustaría hablarlo sólo contigo.- Dije sonrojada.
Pude ver cómo Hil y James se miraban de reojo sonriendo y eso me hizo sonrojarme más.
A veces pienso que es como si me leyeran el pensamiento, y eso me incomoda muchísimo.
+Vale, hablaremos después de esta entrevista.- Dijo con suavidad, pero la sonrisa no se le iba de la cara.
-Gracias.- Susurré.
Cuando por fin llegamos a la entrevista, que era de televisión, me sentí muy bien y muy profesional. Me pidieron que cantara y, claramente, no me negué. Además, me quedé a firmar autógrafos y a hacerme fotos con los fans y subí unas cuantas fotos al Instagram.
Cuando salí, Hil me recogió y me dijo que iríamos a su casa a almorzar y que James no estaba porque fue a visitar a un amigo.
Hablamos acerca de la entrevista en el coche y de lo que haríamos el resto de la tarde.
En su casa, la ayudé a hacer el almuerzo, y mientras lo hacíamos, se detuvo y vino hacia mi.
+¿Qué querías decirme, (Tn)______?- Dijo Hil con esa suavidad cercana a la suavidad con la que te trata una madre y mezclada con la suavidad de tu mejor amiga cuando la necesitas.
-Pues... Yo... Harry... Y...- Suspiré. Sentía que mi corazón estaba en mi cabeza de lo roja que estaba.- Necesito una cita con el ginecólogo.- Murmuré.
+¿Pero es por algún problema?- Dijo Hil poniendo su mano con suavidad en mi hombro.
Negué con la cabeza, todavía rojísima.
+¿Usaron protección?- preguntó Hil con suavidad.
Me tapé la cara. Claro, si se lo puse yo.
Sentía que iba a desmayarme de la vergüenza.
-¿Y a qué viene esa pregunta?¿Acaso yo te pregunto lo que haces con James?
Rió.
+Primero, señorita, cualquier problema que puedas tener es problema mío porque yo estoy a cargo de ti aquí; y segundo, lo que hagamos James y yo, y cómo lo hagamos, no es problema tuyo.- Dijo esto último dándome un toquecito en la nariz con su dedo índice.
-¡Pero es que es una pregunta muy personal!
Volvió a reír.
+Ay, si te vieras, (Tn)______... ¡Nunca te había visto así!- Dijo Hil.
-¡Hilary, me estás poniendo nerviosa!
Creo que se va a morir de la risa, en serio. Es que no para de reírse.
La miré mal.
+Perdón, perdón...- Dijo aguantándose la risa.- El caso es que no me has respondido.
-Que sí, Hil.- Murmuré de los nervios.
Sonrió.
+Eso era exactamente lo que pensaba, ambos son muy inteligentes como para no utilizar protección; además, Harry te cuida mucho así que no cometería ese error.
-Ay, ¿tenemos que seguir hablando de esto?
Hil asintió.
+¿Y qué anticonceptivo quieres que te mande el doctor?
La miré con horror.
-¡¿Doctor?!
+Bueno, pues será doctora.
Respiré con alivio.
-No sé, por ahora no sé muchos, pero la pastilla es la que mejor me parece.
Asintió.
+Me parece bien,- Dijo apoyada en la barra americana.- pero recuerda que no se te puede olvidar ni un sólo día.
-Sí, tranquila.
+Te pones una alarma, ¿vale? Yo al principio hacía eso para que no se me olvidara.
-¿Y a qué edad fue tu primera vez?
Levantó una ceja.
+¿No quieres que te haga preguntas pero, en cambio, tú vas a hacerme preguntas?
Lo sospesé y, finalmente, asentí.
Es que, ¿para qué mentir? Es justamente lo que pretendo hacer.
Sonrió y negó con la cabeza.
+Pues no recuerdo muy bien, pero entre los 16 y los 17 años.
-¿Y con quién?
+Un chico que me gustaba, se llama Bradley y en ese momento era jugador de fútbol del instituto.
-¿Y cuánto tiempo estuvieron juntos hasta hacerlo?
+Creo que unos 10 meses.
Buf, eso es más de lo que Harry y yo llevamos juntos.
-¿Y cómo fue? Es decir, ¿te gustó o te hizo daño o..?
Sonrió.
+La verdad es que fue un error; no estaba segura de querer hacerlo con él y pagué las consecuencias, ya que no me gustó. Él en sí no me tenía enamorada, simplemente era guapo y me trataba bien, pero habían días en los que no quería ni hablar con él.
-¡Pero eso es horrible!
Asintió y rió.
+En ese momento lo fue, pero ya es un recuerdo superado. No puedo negar que, aunque me haya dolido, Bradley me trató con mucho cuidado, pero nuestra relación terminó unos días después... Lo hablamos y llegamos a la conclusión de que no estábamos enamorados y de que cometimos un error.
-Bueno, aunque sea terminaron bien.
Asintió.
+Fue un buen amigo durante unos años más, y luego no supe más de él... ¿Y a ti, te gustó?¿Te dolió mucho?
No le pienso explicar que Harry es demasiado grande, por lo que no entró completamente en mi.
Me sonrojé sólo por recordarlo.
-Sí, me gustó, y sí, me dolió un poco.
+Bah, es normal que duela un poco.
-¿Y con cuántos chicos has estado?
Es que yo no me imagino sin Harry, no puedo.
+Pues con Bradley, con Tyson y con James... Con Tyson me fue mucho mejor, pero sentía que me faltaba algo, y con James nunca he tenido ese tipo de sensaciones. Es como si él fuera exactamente lo que me faltaba.
Sonreí.
Oh, ¡pero qué monos!
-¿Y no te quieres casar y tener hijos con él?- Pregunté.
Los ojos de Hil brillaron. Sí que lo quiere.
Parpadeó y se puso más seria, aunque todavía tenía una pequeña sonrisa.
+Deja de soñar con cuentos de hadas y pon la mesa, que la comida ya está lista.
Reí y fui a poner la mesa.
-Eres una amargada.
+¡Oh, vamos, encima que te cuento mi pasado!- Dijo dándome un empujón.
Reí y nos sentamos a almorzar con tranquilidad y entre risas.
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Bueno, nenis, espero que les haya gustado esta mini-maratón.
Estaba pensando que no puedo pasar tanto tiempo sin subir capi, así que debería de coger aunque sea un día a la semana para subir. O una semana sí y la otra no, pero aclararme, porque la verdad es que no quiero dejar la novela... Me relaja mucho escribir.
Díganme qué día sería mejor para escribir, porque yo estudio de lunes a viernes, y de viernes a domingo trabajo.
Aviso que el próximo capi lo subiré en Carnavales, no sé si el fin de semana del 28 o en la semana de Carnavales, porque la semana que viene tengo cuatro exámenes, una exposición y tengo que hacer un trabajo así que no me viene bien escribir.
Espero que les haya gustado y que me digan qué días nos vendría mejor porque de verdad que quiero seguir la novela.
Agradezco muchísimo cuánto tiempo esperan por mi por subir capi y eso lo tengo en cuenta. Tengo unas notas con ideas para más capis y tengo unos capis que ya he empezado a escribir, aunque son muy lejanos jajajaja
¡Muchas gracias por leer, las adoro<3!

1/01/2014

MINI-MARATÓN. #HCWYLEI Capítulo 121

Abrí los ojos y me fijé en que estaba acurrucada y la manta me tapaba. Seguí subiendo la mirada y me di cuenta de que mi almohada es el pecho de Harry. Volví a cerrar los ojos para concentrarme en mi cuerpo.
Sentí que nuestras piernas están entrelazadas y, además, tengo algo parecido a unas agujetas leves en todos mis miembros.
Madre mía, he dormido como nunca, pero todavía estoy cansada... Es como si hubiera hecho una maratón corriendo.
Moví un poco la cabeza para poder mirar su cara.
Tiene la boca ligeramente abierta, por lo que puedo observar, y siento su brazo alrededor de mi.
Sonreí. Me encanta verlo dormir.
Pude observarlo tan sólo unos segundos, ya que pronto se despertó.
-¡Buenos días!- Dije, y me separé un poquito de él para acariciarle la cara.
Está completamente despeinado; nunca lo había visto con el pelo así... Y me fascina.
Se ve tan sexy y varonil.
+Bastante buenos, la verdad.- Susurró con esa voz ronca de recién despierto.
Me sonrió y me abrazó fuertemente.
Reí.
+¿Cómo te sientes?- preguntó con suavidad.
-Un poco cansada, pero muy bien, ¿y tú?
+Yo me siento mejor que nunca.- Dijo con una sonrisa sensual.
Me sonrojé... Normal que esté mejor.
-Eso está bien.
Hizo un sonido de afirmación, pero pronto cambió su expresión.
+¿Te duele algo?- Preguntó, y vi en sus ojos que estaba preocupado.
Me encanta que se preocupe por mi porque me siento realmente querida... O mejor aún, me siento amada.
-Pues la verdad, me duele todo el cuerpo.- Dije riendo.
+Hmmm, entonces tendremos que hacer más ejercicio juntos para que te pongas en forma.- Susurró con tono sensual otra vez.
Dios mío, ése tono que utiliza es... Uf.
Yo ya estoy más roja que un tomate y, además, ya siento calor.
No sabía qué decir y él sonrió.
+Es muy divertido dejarte sin palabras, (Tn)_______, pero hablo de si te duele por aquí. - Dijo colocando la mano del brazo que no me rodea  en mi vientre.
Di un respingo cuando me tocó, y una ligera sonrisa apareció en su cara, pero luego volvió a ponerse serio.
+¿Te duele?
-Pues yo... No sé... Harry, ni siquiera me he movido.
+¿Desde hace cuánto tiempo estás despierta?
-Desde unos minutos antes que tú.
+¿Y hemos dormido de esta manera toda la noche?- Dijo sonriendo y con los ojos brillantes.
Se refiere a que hemos dormido entrelazados, y nosotros no solemos dormir así, sino que él me abraza desde detrás y ya.
Le devolví la sonrisa y me encogí de hombros.
-Seguimos en la misma posición.
Y en un visto y no visto, yo estaba acostada de espaldas a la cama y él encima de mi.
Fue tan rápido que me dejó confundida.
Colocó sus manos en mi cuello, acariciándome las mejillas con los pulgares, y sonrió.
+Te amo.-Murmuró contra mis labios.
Mi sonrisa aumentó. Cada vez que me dice eso, me dan ganas de gritar de la emoción.
-Y yo a ti.- Susurré justo antes de que su boca asaltara la mía.
Con ese beso lento, sentía otra vez cómo mi cuerpo empezaba a quemar.
No sé si es peor que hayamos hecho algo o que no hayamos hecho nada anoche, porque ahora el calor surge con mucha más facilidad.
+Eres adictiva, ¿lo sabías?- Susurró contra mis labios.
-Y tú eres perfecto.- Susurré y le acaricié el pelo.
Cerró los ojos durante unos segundos.
+Me encanta que me hagas eso, pero creo que es hora de levantarnos y cambiarnos para estar listos a tiempo, porque si paso un segundo más en la cama contigo, lo de anoche se va a repetir.- Murmuró.
Hmmmm, eso suena muy bien.
No, no, no. Mis pensamientos se están yendo a otro lado; tengo una  entrevista a las 11 y no sé ni qué hora es. No debo pensar en Harry y su cuerpo, y el placer de anoche, y la pasión, y ...
Respiré hondo y asentí.
+Deja de mirarme con esos ojos.- Me susurró al oido y se despegó de mi cuerpo haciendo una flexión para luego levantarse por completo.
Sus músculos se marcan tan fácilmente...
Me senté en el borde de la cama y me sentí muy rara, con una punzada de dolor en el interior de mi vientre. Luego me levanté e intenté caminar pero no podía porque me dolía mucho la zona de mi bajo-vientre por dentro, es decir, el interior de mi vagina, pero lo peor es que me incomoda demasiado cerrar las piernas... ¡Es que no puedo ni moverme!
-Mierda.- Susurré mientras me quedaba de pie, y luego me entró la risa floja.
Ay, Dios mío, es que estas cosas sólo me pasan a mi.
+¿Qué pasa?- Preguntó Harry mientras se volteaba a mirarme.
Yo estaba ahí, de pie y riéndome sola.
Creo que no ha escuchado lo que he dicho, porque sino, se hubiera enfadado; no le gusta que diga 'malas palabras'.
Harry sonrió y se acercó.
+Cariño, ¿me vas a decir por qué te estás riendo?- Dijo aguantándose la risa.
-Es que no puedo ni caminar, Hazza...- Dije sonrojada mientras intentaba no reírme.
Me miró con el ceño fruncido y un minuto después pareció entenderlo.
+¡Oh no!¿Te duele mucho?- Dijo colocando su mano entre mis caderas con delicadeza.
Me sonrojé aún más. Cada vez que me toca ahí, justo por debajo de mi ombligo, me hormiguea la piel.
-No, sólo me duele un poco, pero es que no puedo caminar bien porque no puedo cerrar las piernas; si las cierro me siento muy incómoda...
+A mi no me tienes que cerrar las piernas.- Me susurró al oído con tono sensual.
Ay, ya empieza... ¿Por qué me hace esto?
-Harry...- Susurré, intentando alejarlo de mi, pero lo intenté empujar un poco colocando mis manos en sus abdominales y no fue muy buena idea.
La verdad es que es muy musculoso.
Luego suspiró.
+Siento mucho haberte hecho daño, (Tn)_______... Hice todo lo posible para no hacerte tanto daño, cariño, pero no puedo evitar esto... Ojalá ese dolor lo sintiera yo y no tú.- Murmuró.
-Estoy bien, Hazza; por favor, cambia esa cara porque no me gusta verte así.- Dije acariciándole la cara.
Él me miró, pero seguía serio.
Es que odio verlo así, Harry está siempre riendo y haciendo bromas, él no es así, y se pone muy serio a la hora de hablar de que me ha hecho daño.
Acerqué mi boca a la suya y le besé muy lentamente.
Pasé mis brazos alrededor de su cuello y él me abrazó, aprentándome hacia su cuerpo. Entonces, al apretar mi pecho con el suyo y sentir su roce, me acordé de que no llevaba puesto sujetador.
Hizo un sonido de gusto y me sonrojé.
Se separó sólo un poco para mirarme de arriba a abajo.
+No tienes ni idea de lo sexy que estás con mi short y mi camiseta puestas.- Dijo mientras su mano seguía el contorno de mi costado.
Ay, joder.
-Harry, ¡tienes que parar de hacer esas cosas!- Me quejé.
Es que sino yo no puedo ni pensar con claridad.
+No puedo, tengo tantas ganas de volver a esa cama contigo...- Dijo pegándose a mi y haciendo un ligero movimiento de cabeza para señalar la cama.
Suena perfecto.
-Pero tenemos trabajo, cariño.- Dije acariciándole la mejilla.
+Lo sé... - Susurró y apoyó su cara en mi mano mientras cerraba los ojos.- A veces deseo que en el mundo sólo existamos tú y yo.
Sonreí. Qué mono es.
-Tú haces que parezca que sólo existimos tú y yo en el mundo.- Susurré, y él me devolvió la sonrisa.
+Entonces lo estoy haciendo bien.- Susurró, y me abrazó.
Yo me esperaba un beso, pero me encontré con un abrazo fuerte y cariñoso, de esos que sientes el calor y el amor.
Me quedé entre sus brazos... Me encantaría que se detuviera el tiempo justo ahora.
Después de un par de minutos perfectos, se separó de mi y miró a la cama. Luego me miró a mi.
+¿Te duele mucho, (Tn)?-Preguntó, otra vez con ojos preocupados.
-No, sólo es una sensación más bien de incomodidad, no te preocupes...
Volvió a mirar la cama y me miró a mi de nuevo.
Fruncí el ceño.
Sigue teniendo cara de preocupación.
+¿Y anoche?
Me sonrojé con pensar en lo que hicimos anoche.
-Anoche sólo me dolió por un momento, no fue nada que no pudiera soportar.-Dije todavía sonrojada.
+Pero yo te hice daño...- Murmuró, más bien para él, y su expresión me hizo pensar en lo mal que se siente.
-Harry, no fue nada que no pudiera soportar, no tienes que preocuparte.- Dije con seguridad.
+Es que no deberías soportar ningún tipo de dolor, y menos si te lo causo yo.- Susurró.
-Eh, Hazza...- Dije con cariño, y coloqué mis manos en sus mejillas para atraer su cara a la mía.- Lo que hicimos anoche me ha encantado y no sería así si hubiera sufrido mucho, ¿no crees?- Sus ojos me decían que lo estaba pensando.- No podría haber disfrutado más, Harry.- Susurré contra su boca, y sus ojos se encendieron.
Lo besé lentamente, con mucho amor.
Apoyó su frente en la mía, con los ojos cerrados.
A veces me pregunto cómo he tenido tanta suerte para que él esté a mi lado... Lo amo más que a nada.
Me dio un besito en la mejilla.
+Bueno, señorita, tenemos que cambiarnos y, como te sientes incómoda, yo te llevaré al baño, al vestidor o a dónde tú me digas.- Dijo, y me cogió en brazos.
Me sorprendió y grité del susto, y hacer que me doblara tan rápidademente en esa posición, hizo que me doliera muchísimo, pero lo disimulé. Lo está haciendo con buena intención y yo no quiero que vuelva a tener esos ojitos de antes.
-Primero iré al vestidor.- Dije riendo, y abracé su cuello.
+Pues al vestidor te llevo, y mientras tú eliges qué ponerte yo voy a lavarme los dientes, a peinarme y vuelvo, ¿vale?
Asentí.
No me puedo negar porque no me dejaría.
Cuando me dejó en el vestidor, cogí la ropa e intenté ir al baño, pero él apareció con más rapidez de la que yo me podía mover y me llevó hasta el baño.
Ahí me aseé, me cambié y me arreglé.
Harry apareció precioso, con un gorro puesto, y me cogió en brazos. Me dejó frente a él, al lado de la cama.
-¿Y ese gorro?
+¿No te gusta?- Preguntó con el ceño fruncido.
-¡No, no!¡Me encanta!-Dije rápidamente.
Sonrió.
+Es que no me daba tiempo de lavarme el pelo y por culpa de alguien, he intentado peinarme pero mi pelo sigue completamente revuelto.-Dijo con su cara cerca de la mía.
Me quedé analizando esa frase y me sonrojé. Es culpa mía.
-Perdón.- Susurré.
Sonrió aún más.
+Tranquila, me encanta que me toques el pelo, y más de la manera en que lo hicistes anoche.-Susurró con una sonrisa sexy.
Dios mío, yo con este tipo de cosas prefiero que se abra un agujero en el suelo y me trague la tierra.
+Lo que me hace gracia es que te dé vergüenza hablar de eso si hemos hecho el amor anoche.
-Es que tú no tienes vergüenza para casi nada.-Murmuré, roja.
Rió.
+¡Eh, me estás llamando sinvergüenza!-Dijo cogiéndome por la cintura.
Reí.
-Pues sí, algo así.-Dije entrelazando mis brazos por detrás de su cuello.
Me abrazó.
Daría lo que fuera por vivir entre sus brazos. Los abrazos de Harry son tan calurosos y transmiten tanto amor...
De repente, vi una mancha en la manta.
Me separé de Harry.
-¡Oh, Dios, qué vergüenza!¿Por qué no me lo has dicho?-Dije enfadada y avergonzada a la vez.
+Porque sabía que te ibas a poner así y no es para tanto.-Dijo cogiéndome de las muñecas para acercarme a él.
-¡Claro que sí es para tanto!¡Hay una mancha de sangre en la cama, Styles!- Dije intentando soltarme. Es una mancha de sangre y fluídos por lo que no es tan oscura.
Me atrajó más a él.
+Es sólo una prueba de tu virginidad perdida, y no tengo problemas con eso... Sólo tendría problema al recordar que te hice daño.- Dijo con su cara muy cerca de la mía, mirándome a los ojos.
-¡Y dale con lo de haberme hecho daño!¡Qué cabezota eres, Styles! Pues yo sí tengo problema con eso porque es culpa mía que la manta tenga esa mancha.-Dije con firmeza.
+Pues yo no tengo problema, y además, si quieres echarle la culpa a alguien, la culpa es nuestra y no sólo tuya.-Susurró, también con firmeza.
-Está muy bien eso de que me ocultes ese tipo de cosas.-Dije con ironía, por fin soltándome de su agarre y cruzándome de brazos.-Y tienes que dejar de culparte por esas cosas, Styles; la sangre es mía, no tuya.
+No te oculto nada, (Tn)_____, pero no creí que tuviera importancia. Además, tú me has abierto las piernas y yo he entrado en ti, así que la culpa también es mía.
Me sonrojé por cómo lo dijo y puse los ojos en blanco.
-¡Qué fino eres hablando, eh, Styles! Y mejor déjalo, ¿vale?- Dije dándome media vuelta para irme, pero no me dejó hacer mucho más porque me cogió en brazos.
Grité.
Otra vez esa punzada de dolor.
+Ven, no quiero que te enfades.-Dijo llevándome por las escaleras.
-Sueltame.-Dije cruzada de brazos, enfadada.
En vez de hacerme caso por una vez en la vida, me dio un beso en la mejilla, luego uno en la frente, otro en la comisura de los labios, otro en el cuello... Y sonreía cada vez que hacía eso.
Lo miré, intentado seguir pareciendo enfadada, pero con esa sonrisa que hacía que mi corazón aleteara, era muy difícil.
-¿Por qué siempre tienes que intentar arreglar las cosas así?-Dije todavía de brazos cruzados.
+Porque no quiero discutir contigo y porque me gusta.
Lo miré mal y me tuve que morder el labio para no sonreír.
-Pues a mi no.
Rozó su nariz con la mía y me mordió el labio suavemente mientras él seguía sonriendo... Y no pude evitar sonreir.
-¡Eres un idiota!-Dije, finalmente, riendo.
Rió.
+Un idiota que te ama.-Murmuró contra mi mejilla y siguió caminando por el caminito para llegar a la casa principal.
Cuando llegamos a la casa principal, estábamos riendo.