1/01/2014

MINI-MARATÓN. #HCWYLEI Capítulo 121

Abrí los ojos y me fijé en que estaba acurrucada y la manta me tapaba. Seguí subiendo la mirada y me di cuenta de que mi almohada es el pecho de Harry. Volví a cerrar los ojos para concentrarme en mi cuerpo.
Sentí que nuestras piernas están entrelazadas y, además, tengo algo parecido a unas agujetas leves en todos mis miembros.
Madre mía, he dormido como nunca, pero todavía estoy cansada... Es como si hubiera hecho una maratón corriendo.
Moví un poco la cabeza para poder mirar su cara.
Tiene la boca ligeramente abierta, por lo que puedo observar, y siento su brazo alrededor de mi.
Sonreí. Me encanta verlo dormir.
Pude observarlo tan sólo unos segundos, ya que pronto se despertó.
-¡Buenos días!- Dije, y me separé un poquito de él para acariciarle la cara.
Está completamente despeinado; nunca lo había visto con el pelo así... Y me fascina.
Se ve tan sexy y varonil.
+Bastante buenos, la verdad.- Susurró con esa voz ronca de recién despierto.
Me sonrió y me abrazó fuertemente.
Reí.
+¿Cómo te sientes?- preguntó con suavidad.
-Un poco cansada, pero muy bien, ¿y tú?
+Yo me siento mejor que nunca.- Dijo con una sonrisa sensual.
Me sonrojé... Normal que esté mejor.
-Eso está bien.
Hizo un sonido de afirmación, pero pronto cambió su expresión.
+¿Te duele algo?- Preguntó, y vi en sus ojos que estaba preocupado.
Me encanta que se preocupe por mi porque me siento realmente querida... O mejor aún, me siento amada.
-Pues la verdad, me duele todo el cuerpo.- Dije riendo.
+Hmmm, entonces tendremos que hacer más ejercicio juntos para que te pongas en forma.- Susurró con tono sensual otra vez.
Dios mío, ése tono que utiliza es... Uf.
Yo ya estoy más roja que un tomate y, además, ya siento calor.
No sabía qué decir y él sonrió.
+Es muy divertido dejarte sin palabras, (Tn)_______, pero hablo de si te duele por aquí. - Dijo colocando la mano del brazo que no me rodea  en mi vientre.
Di un respingo cuando me tocó, y una ligera sonrisa apareció en su cara, pero luego volvió a ponerse serio.
+¿Te duele?
-Pues yo... No sé... Harry, ni siquiera me he movido.
+¿Desde hace cuánto tiempo estás despierta?
-Desde unos minutos antes que tú.
+¿Y hemos dormido de esta manera toda la noche?- Dijo sonriendo y con los ojos brillantes.
Se refiere a que hemos dormido entrelazados, y nosotros no solemos dormir así, sino que él me abraza desde detrás y ya.
Le devolví la sonrisa y me encogí de hombros.
-Seguimos en la misma posición.
Y en un visto y no visto, yo estaba acostada de espaldas a la cama y él encima de mi.
Fue tan rápido que me dejó confundida.
Colocó sus manos en mi cuello, acariciándome las mejillas con los pulgares, y sonrió.
+Te amo.-Murmuró contra mis labios.
Mi sonrisa aumentó. Cada vez que me dice eso, me dan ganas de gritar de la emoción.
-Y yo a ti.- Susurré justo antes de que su boca asaltara la mía.
Con ese beso lento, sentía otra vez cómo mi cuerpo empezaba a quemar.
No sé si es peor que hayamos hecho algo o que no hayamos hecho nada anoche, porque ahora el calor surge con mucha más facilidad.
+Eres adictiva, ¿lo sabías?- Susurró contra mis labios.
-Y tú eres perfecto.- Susurré y le acaricié el pelo.
Cerró los ojos durante unos segundos.
+Me encanta que me hagas eso, pero creo que es hora de levantarnos y cambiarnos para estar listos a tiempo, porque si paso un segundo más en la cama contigo, lo de anoche se va a repetir.- Murmuró.
Hmmmm, eso suena muy bien.
No, no, no. Mis pensamientos se están yendo a otro lado; tengo una  entrevista a las 11 y no sé ni qué hora es. No debo pensar en Harry y su cuerpo, y el placer de anoche, y la pasión, y ...
Respiré hondo y asentí.
+Deja de mirarme con esos ojos.- Me susurró al oido y se despegó de mi cuerpo haciendo una flexión para luego levantarse por completo.
Sus músculos se marcan tan fácilmente...
Me senté en el borde de la cama y me sentí muy rara, con una punzada de dolor en el interior de mi vientre. Luego me levanté e intenté caminar pero no podía porque me dolía mucho la zona de mi bajo-vientre por dentro, es decir, el interior de mi vagina, pero lo peor es que me incomoda demasiado cerrar las piernas... ¡Es que no puedo ni moverme!
-Mierda.- Susurré mientras me quedaba de pie, y luego me entró la risa floja.
Ay, Dios mío, es que estas cosas sólo me pasan a mi.
+¿Qué pasa?- Preguntó Harry mientras se volteaba a mirarme.
Yo estaba ahí, de pie y riéndome sola.
Creo que no ha escuchado lo que he dicho, porque sino, se hubiera enfadado; no le gusta que diga 'malas palabras'.
Harry sonrió y se acercó.
+Cariño, ¿me vas a decir por qué te estás riendo?- Dijo aguantándose la risa.
-Es que no puedo ni caminar, Hazza...- Dije sonrojada mientras intentaba no reírme.
Me miró con el ceño fruncido y un minuto después pareció entenderlo.
+¡Oh no!¿Te duele mucho?- Dijo colocando su mano entre mis caderas con delicadeza.
Me sonrojé aún más. Cada vez que me toca ahí, justo por debajo de mi ombligo, me hormiguea la piel.
-No, sólo me duele un poco, pero es que no puedo caminar bien porque no puedo cerrar las piernas; si las cierro me siento muy incómoda...
+A mi no me tienes que cerrar las piernas.- Me susurró al oído con tono sensual.
Ay, ya empieza... ¿Por qué me hace esto?
-Harry...- Susurré, intentando alejarlo de mi, pero lo intenté empujar un poco colocando mis manos en sus abdominales y no fue muy buena idea.
La verdad es que es muy musculoso.
Luego suspiró.
+Siento mucho haberte hecho daño, (Tn)_______... Hice todo lo posible para no hacerte tanto daño, cariño, pero no puedo evitar esto... Ojalá ese dolor lo sintiera yo y no tú.- Murmuró.
-Estoy bien, Hazza; por favor, cambia esa cara porque no me gusta verte así.- Dije acariciándole la cara.
Él me miró, pero seguía serio.
Es que odio verlo así, Harry está siempre riendo y haciendo bromas, él no es así, y se pone muy serio a la hora de hablar de que me ha hecho daño.
Acerqué mi boca a la suya y le besé muy lentamente.
Pasé mis brazos alrededor de su cuello y él me abrazó, aprentándome hacia su cuerpo. Entonces, al apretar mi pecho con el suyo y sentir su roce, me acordé de que no llevaba puesto sujetador.
Hizo un sonido de gusto y me sonrojé.
Se separó sólo un poco para mirarme de arriba a abajo.
+No tienes ni idea de lo sexy que estás con mi short y mi camiseta puestas.- Dijo mientras su mano seguía el contorno de mi costado.
Ay, joder.
-Harry, ¡tienes que parar de hacer esas cosas!- Me quejé.
Es que sino yo no puedo ni pensar con claridad.
+No puedo, tengo tantas ganas de volver a esa cama contigo...- Dijo pegándose a mi y haciendo un ligero movimiento de cabeza para señalar la cama.
Suena perfecto.
-Pero tenemos trabajo, cariño.- Dije acariciándole la mejilla.
+Lo sé... - Susurró y apoyó su cara en mi mano mientras cerraba los ojos.- A veces deseo que en el mundo sólo existamos tú y yo.
Sonreí. Qué mono es.
-Tú haces que parezca que sólo existimos tú y yo en el mundo.- Susurré, y él me devolvió la sonrisa.
+Entonces lo estoy haciendo bien.- Susurró, y me abrazó.
Yo me esperaba un beso, pero me encontré con un abrazo fuerte y cariñoso, de esos que sientes el calor y el amor.
Me quedé entre sus brazos... Me encantaría que se detuviera el tiempo justo ahora.
Después de un par de minutos perfectos, se separó de mi y miró a la cama. Luego me miró a mi.
+¿Te duele mucho, (Tn)?-Preguntó, otra vez con ojos preocupados.
-No, sólo es una sensación más bien de incomodidad, no te preocupes...
Volvió a mirar la cama y me miró a mi de nuevo.
Fruncí el ceño.
Sigue teniendo cara de preocupación.
+¿Y anoche?
Me sonrojé con pensar en lo que hicimos anoche.
-Anoche sólo me dolió por un momento, no fue nada que no pudiera soportar.-Dije todavía sonrojada.
+Pero yo te hice daño...- Murmuró, más bien para él, y su expresión me hizo pensar en lo mal que se siente.
-Harry, no fue nada que no pudiera soportar, no tienes que preocuparte.- Dije con seguridad.
+Es que no deberías soportar ningún tipo de dolor, y menos si te lo causo yo.- Susurró.
-Eh, Hazza...- Dije con cariño, y coloqué mis manos en sus mejillas para atraer su cara a la mía.- Lo que hicimos anoche me ha encantado y no sería así si hubiera sufrido mucho, ¿no crees?- Sus ojos me decían que lo estaba pensando.- No podría haber disfrutado más, Harry.- Susurré contra su boca, y sus ojos se encendieron.
Lo besé lentamente, con mucho amor.
Apoyó su frente en la mía, con los ojos cerrados.
A veces me pregunto cómo he tenido tanta suerte para que él esté a mi lado... Lo amo más que a nada.
Me dio un besito en la mejilla.
+Bueno, señorita, tenemos que cambiarnos y, como te sientes incómoda, yo te llevaré al baño, al vestidor o a dónde tú me digas.- Dijo, y me cogió en brazos.
Me sorprendió y grité del susto, y hacer que me doblara tan rápidademente en esa posición, hizo que me doliera muchísimo, pero lo disimulé. Lo está haciendo con buena intención y yo no quiero que vuelva a tener esos ojitos de antes.
-Primero iré al vestidor.- Dije riendo, y abracé su cuello.
+Pues al vestidor te llevo, y mientras tú eliges qué ponerte yo voy a lavarme los dientes, a peinarme y vuelvo, ¿vale?
Asentí.
No me puedo negar porque no me dejaría.
Cuando me dejó en el vestidor, cogí la ropa e intenté ir al baño, pero él apareció con más rapidez de la que yo me podía mover y me llevó hasta el baño.
Ahí me aseé, me cambié y me arreglé.
Harry apareció precioso, con un gorro puesto, y me cogió en brazos. Me dejó frente a él, al lado de la cama.
-¿Y ese gorro?
+¿No te gusta?- Preguntó con el ceño fruncido.
-¡No, no!¡Me encanta!-Dije rápidamente.
Sonrió.
+Es que no me daba tiempo de lavarme el pelo y por culpa de alguien, he intentado peinarme pero mi pelo sigue completamente revuelto.-Dijo con su cara cerca de la mía.
Me quedé analizando esa frase y me sonrojé. Es culpa mía.
-Perdón.- Susurré.
Sonrió aún más.
+Tranquila, me encanta que me toques el pelo, y más de la manera en que lo hicistes anoche.-Susurró con una sonrisa sexy.
Dios mío, yo con este tipo de cosas prefiero que se abra un agujero en el suelo y me trague la tierra.
+Lo que me hace gracia es que te dé vergüenza hablar de eso si hemos hecho el amor anoche.
-Es que tú no tienes vergüenza para casi nada.-Murmuré, roja.
Rió.
+¡Eh, me estás llamando sinvergüenza!-Dijo cogiéndome por la cintura.
Reí.
-Pues sí, algo así.-Dije entrelazando mis brazos por detrás de su cuello.
Me abrazó.
Daría lo que fuera por vivir entre sus brazos. Los abrazos de Harry son tan calurosos y transmiten tanto amor...
De repente, vi una mancha en la manta.
Me separé de Harry.
-¡Oh, Dios, qué vergüenza!¿Por qué no me lo has dicho?-Dije enfadada y avergonzada a la vez.
+Porque sabía que te ibas a poner así y no es para tanto.-Dijo cogiéndome de las muñecas para acercarme a él.
-¡Claro que sí es para tanto!¡Hay una mancha de sangre en la cama, Styles!- Dije intentando soltarme. Es una mancha de sangre y fluídos por lo que no es tan oscura.
Me atrajó más a él.
+Es sólo una prueba de tu virginidad perdida, y no tengo problemas con eso... Sólo tendría problema al recordar que te hice daño.- Dijo con su cara muy cerca de la mía, mirándome a los ojos.
-¡Y dale con lo de haberme hecho daño!¡Qué cabezota eres, Styles! Pues yo sí tengo problema con eso porque es culpa mía que la manta tenga esa mancha.-Dije con firmeza.
+Pues yo no tengo problema, y además, si quieres echarle la culpa a alguien, la culpa es nuestra y no sólo tuya.-Susurró, también con firmeza.
-Está muy bien eso de que me ocultes ese tipo de cosas.-Dije con ironía, por fin soltándome de su agarre y cruzándome de brazos.-Y tienes que dejar de culparte por esas cosas, Styles; la sangre es mía, no tuya.
+No te oculto nada, (Tn)_____, pero no creí que tuviera importancia. Además, tú me has abierto las piernas y yo he entrado en ti, así que la culpa también es mía.
Me sonrojé por cómo lo dijo y puse los ojos en blanco.
-¡Qué fino eres hablando, eh, Styles! Y mejor déjalo, ¿vale?- Dije dándome media vuelta para irme, pero no me dejó hacer mucho más porque me cogió en brazos.
Grité.
Otra vez esa punzada de dolor.
+Ven, no quiero que te enfades.-Dijo llevándome por las escaleras.
-Sueltame.-Dije cruzada de brazos, enfadada.
En vez de hacerme caso por una vez en la vida, me dio un beso en la mejilla, luego uno en la frente, otro en la comisura de los labios, otro en el cuello... Y sonreía cada vez que hacía eso.
Lo miré, intentado seguir pareciendo enfadada, pero con esa sonrisa que hacía que mi corazón aleteara, era muy difícil.
-¿Por qué siempre tienes que intentar arreglar las cosas así?-Dije todavía de brazos cruzados.
+Porque no quiero discutir contigo y porque me gusta.
Lo miré mal y me tuve que morder el labio para no sonreír.
-Pues a mi no.
Rozó su nariz con la mía y me mordió el labio suavemente mientras él seguía sonriendo... Y no pude evitar sonreir.
-¡Eres un idiota!-Dije, finalmente, riendo.
Rió.
+Un idiota que te ama.-Murmuró contra mi mejilla y siguió caminando por el caminito para llegar a la casa principal.
Cuando llegamos a la casa principal, estábamos riendo.

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