-Tranquilo mi amor, que cuando te asustes te doy un besito y se te pasa, ¿vale?- dije dándole un besito en la mejilla.
Sonrió.
+Pues empieza desde ya.
Reí.
Era casi de noche, estaba todo oscuro, y eso hace que la montaña rusa sea más aburrida.
Empezó a moverse el vagón y Harry empezó a gritar como loco, apoyándo su cabeza en mi hombro y abrazándose a mi.
-Tranquilo, todo está bien.- dije acariciándole el pelo.
Él seguía gritándo como loco.
-¡Harry, tranquilizate un poco!- dije empezando a desesperarme- ¡No vamos ni a 30km/h! Yo en bicicleta y en una subida voy más rápido que esto... ¡Ni siquiera se me mueve el pelo!
Nada, pasaba de mí y seguía gritando mientras dabamos un paseo en la montaña rusa, porque no era más que un paseo. Elegí una montaña rusa para niños pequeños justamente para no verlo así de desesperado, pero no sirvió de nada.
Cuando paramos, él seguía gritando.
-¡Hazza, que ya paramos!- dije gritándo para que él me escuchara.
Paró de gritar y abrió los ojos.
Bajamos de ahí y le dimos las gracias al señor.
-¿Estás bien?- dije acariciándole la mejilla.
Estaba pálido y no caminaba recto, se iba para los lados.
+Te has pasado.- dije abrazándome y apoyándo su cabeza en mi hombro.
Reí.
-Pero Harry, es para niños pequeños...
+He dicho que te has pasado- dijo cortándome.
Seguí riéndo.
-Lo siento- dije abrazándolo fuertemente.
+¿Si? Pues yo no.- dijo cogiéndome de la mano.
-Harry, acuérdate de que te traje a una montaña rusa para niños, y que es de noche y eso hace que las casas de terror den más miedo.
+Ya, ya.- dijo sin hacerme caso, tirándo de mí.
De repente se paró.
-No.- dije mirándo frente a nosotros, boquiabierta.
Era la casa de terror que más miedo daba de todo el parque.
+¿Qué pasa?- dijo sonriéndo.
-¡¿Enserio?!- dije mirándo la casa por fuera.
Tenía esa sonrisa de victoria que yo no quería que tuviese.
+Vamos- dijo tirándo de mi mano.
-Harry, esto da miedo solo de verla por fuera, no hace falta que entremos, de verdad, ya me he asustado.
+No pongas excusas- dijo riéndo y cogiéndome en brazos.
-¡No, Harry, sueltame!¡Que no, en serio, bájame, que ahí dentro moriremos!
Él solo reía.
Nos sentamos en el vagón.
+Tranquila mi amor, que cuando te asustes yo te doy un besito y se te pasa, ¿vale?- dijo imitándo lo que le dije antes.
-Eh, que te lo había dicho con buena intención- dije pegándole un pequeño puñetazo en el pecho.
Rió y pasó su brazo por encima de mis hombros.
+Eh, yo me apunto- dijo Louis corriéndo, sentándose en el vagón de atrás.
Liam, Niall y Zayn se miraron a la vez y corrieron hacia nosotros.
Los chicos se sentaron en un vagon (que son de cuatro personas) y nos dejaron a Hazza y a mi solos en uno.
Genial, yo prefiero que se sienten aquí, me sentiría más segura.
+¿Están listos?- dijo el señor que trabaja en la atracción.
Harry asintió y el señor le dió a un botón.
De repente, el vagón, que era más viejo que yo, empezó a moverse haciendo un ruido horrible.
-Hazza, tengo miedo- dije mientras nos adentrábamos en ese oscuro lugar.
Él pasó su brazo por encima de los hombros y yo me acurruqué en su pecho.
+"Preparense para la peor experiencia de su vida"-dijo una voz monstruosa.
-¡HAZZA, TENGO MIEDO!- dije gritándo.
Él rió.
Empezamos el trayécto, y yo no podía evitar gritar. Salían monstruos, arañas, zombies, gente decapitada y hombres lobo de todas partes.
Yo no paraba de gritar, y también se escuchaba algún grito de los chicos.
De repente sentí una mano en mi hombro.
Espera... Harry tiene su mano en mi cintura. ¡HARRY TIENE SU MANO EN MI CINTURA!.
Salté rápidamente encima de Harry, gritándo y llorando.
-Tranquila- dijo abrazándome.
Me quedé sentada en esa posición, sin moverme de encima de él, no quería alejarme ni un centímetro de él, si él me metió aquí, me tiene que proteger de esto.
No podía parar de temblar y llorar, me estaba dando un ataque de nervios.
+Ya pasó todo, ya estamos fuera- dijo susurrándome al oído.
Yo seguía acurrucada en su hombro, llorando.
Cogió mi cara con cuidado, despegándola de su hombro y acercándola a la suya.
Me besó con mucho cariño.
-Esto no arregla nada.- dije poniéndome en la misma posición en la que estaba antes, llorando.
Estuvo un rato callado.
+Hoy estás muy guapa- dijo acariciándome la espalda mientras yo seguía llorando en su hombro.
-Tú también.- dije todavía temblando.
+Tenemos que levantarnos ya, que el señor está esperando por nosotros. Los chicos ya se levantaron.- dijo con voz suave.
-Pues que se espere.- dije secamente.
Sonrió.
+¿Sabes? Los chicos intentan no mirarnos, pero no pueden evitarlo por la posición en la que estás.
Me percaté de que estaba sentada encima de él, con las piernas abiertas, apoyadando mis manos en sus abdominales y mi cabeza en su hombro.
-Me da igual.
+Si no te separas un poco harás que "mini Harry" se ponga feliz.- dijo riéndo.
Miré hacia abajo y me dí cuenta de que estaba sentada justo encima de "mini Harry", como lo llama él.
Reí un poco.
-Eres un cerdo- dije dándole un pequeño puñetazo en el hombro y apoyándo mi cabeza en su hombro de nuevo, al fin y al cabo no se me ha pasado el susto.
+Pero te he hecho reír.- dijo riéndo.
Yo seguía respirando agitadamente después de llorar tanto.
+Oye, creo que deberías separarte un poco, de verdad- dijo colocando sus manos en mi cintura.
Pasé de él y seguí llorando.
Harry tomó aire.
+Si no quieres que te lleve a un sitio donde no nos vea nadie y te arránque la ropa para hacer el amor contigo apasionadamente, separate un poco, por favor.- dijo con los ojos cerrados.
Le miré, impresionada, y me separé un poco de él.
+Gracias- dijo suspirando.
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