¡Hoooooooooola chicas! Bueno, primero dejaré que lean y ya luego les comento unas cosas, ¿vale? Las amo<3
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Me llevó por el camino de piedra hasta la puerta de atrás de su casa y me dejó en el suelo.
+Eh.- Susurró dulcemente mientras colocaba su mano en mi mejilla.
Levanté la mirada.
+No le des más vueltas. Te he dicho que cuando estoy contigo, soy feliz, y es verdad.
Suspiré, cerré los ojos y apoyé el peso de mi cara en su mano, sintiendo sus caricias, y poco después sentí sus labios presionando los míos. Me besó muy dulcemente y lo abracé.
-Te quiero, y no quiero que estés mal.- dije abrazándolo.
+Estoy bien, cariño... Estoy bien porque estás conmigo.
Me dio un beso en la cabeza, lo cogí de la mano y entramos a la casa.
Ya estaban los chicos dentro, y se levantaron rápidamente a abrazarnos y a saludarnos.
Los chicos se veían muy cómodos con la familia de Hazza, y todos hablaban muy animadamente, aunque, por mi parte, la cabeza me daba vueltas. ¿Qué le ocurre? Ahora mismo está bien, y se le ve relajado y feliz, así que prefiero dejar pasar este tema... Por ahora.
De repente, un precioso gatito blanco con negro vino hacia Harry y hacia mi.
+Oh, Dusty, ¡tenías que quedarte en la habitación!- Dijo Anne levantándose para cogerlo.
El gato se me subió a las piernas y maulló.
-¡Oh, qué bonito!- Dije acariciándole.
Empezó a ronronear y reí.
-Es precioso, Anne.
+Es Dusty, nuestro gatito... Se supone que estaba encerrado en la habitación porque tenemos invitados, pero no sé cómo ha podido salir.- Dijo Anne sonriéndo.
Es precioso y muy mimoso. Me encanta.
El gato se colocó entre nosotros dos y empezó a restregar su cabecita contra mi torso y a ronronear.
+Eh, es mía, pequeño.- Dijo Harry cogiendo al gato y dejándolo en el suelo. Luego me miró. ¿Está celoso de un gato? Oh, por favor...
Dio un aplauso y el gato salió corriendo.
-¡Harry, lo has asustado!
+Es lo que pretendía.- Dijo sonriéndome.
-Es un gato. ¿Cómo puedes estar celoso de un gato?
Se encogió de hombros.
+Eres mía.- Murmuró.
Puse los ojos en blanco.
De pronto tocaron la puerta. Eran Bryan y la señora Laura. Todos nos levantamos a saludarles, pero a Harry le cambió la cara de nuevo. Esa tristeza volvió a inundar su rostro. Oh, Hazza, ¿por qué no me dices lo que te pasa?
Intenté sonreir y fui a saludar a Bryan y a su abuela. La señora Laura me elogió mucho, y me ponía muy nerviosa. Luego Harry y yo saludamos a Bryan.
+Te ves mucho mejor sin las gafas, el gorro y la bufanda.- Me dijo Bryan sonriéndo, justo después de darme un beso en la mejilla.
Le sonreí.
-Gracias.- Dije encogiéndome de hombros.
Harry apretó su mano en mi cintura. Lo miré y palpaba los celos de su mirada. Bueno... Prefiero verlo celoso antes que triste.
Coloqué mi mano encima de la suya, en mi cintura. Bajó la vista hacia mi y me sonrió. Es completamente adorable. Luego fuimos a sentarnos y Hazza volvía a tener la tristeza reflejada en sus ojos. ¿Será que le pasa algo con Bryan? No sé, a veces se cierra tanto... Joder.
-¿Va a venir alguien más?- Le dije a Harry, intentando hacer que olvide lo que sea que le causa tristeza, pero en vez de eso, bajó la cabeza y suspiró, mirando a la mano que tenía encima de su muslo. Luego busco mi mano, me la cogió, me dió un apretón cariñoso y me rozó los nudillos con el pulgar.
+Faltan Edward, Rochelle y Britney.
Abrí mucho los ojos.
-¿Britney... Spears?
Rió.
+No, una amiga de la infancia.- Dijo con una sonrisa triste.
Con mi mano libre le acaricié la mejilla suavemente.
-No soporto verte así.- Susurré.
Me besó en el hombro y me sonrió.
+Te quiero.- Susurró.
-Y yo a tí.- Susurré y le apreté la mano.
Cuando nos dimos cuenta, todos nos estaban mirando.
Harry y yo nos sonrojamos y todos empezaron a hablar animadamente, disimulando.
¡Oh, que verguenza!
Harry sonrió ligeramente y empezó a hablar con los demás.
De repente, sentí que algo se paseaba entre mis piernas, así que di un respingo y miré hacia abajo. Reí al ver que era Dusty, que estaba rascandose con mi pierna mientras ronroneaba. Es tan cariñoso... Como Hazza.
Lo cogí en brazos.
-Hola, pequeño.- Dije acariciándole la cabecita.
Harry bufó y tensó la mandíbula. Puse los ojos en blanco y seguí acariciando al gato.
Poco después sonó el timbre y nos levantamos todos.
Eran dos chicas.
Harry me las presentó.
Rochelle es rubia, de ojos castaños y piel blanca, y Britney tiene la piel morena, el pelo castaño y ondulado, y los ojos de un marrón verdoso muy bonito. La verdad es que las dos son muy guapas.
Son bastante amigables, así que me acogieron muy rápidamente.
Harry hablaba con todos y no me soltaba la mano, pero yo no paro de darle vueltas a lo que le puede estar sucediendo. ¿Acaso es que va a echar mucho de menos todo esto, a su familia y a sus amigos? A lo mejor no le gustan las despedidas.
Quizás se siente incómodo porque solo quería estar con su familia y ahora estamos todos aquí.
Suspiré.
+Estás muy callada.- Susurró Harry.
Le miré y me encogí de hombros.
Oh, Hazza... ¿Cómo decirte que estoy callada porque me siento inútil?¿cómo decirte que verte triste me hace el corazón añicos?¿cómo decirte que me siento impotente al no poder arrancarte eso que te pone triste y tragármelo yo?¿cómo decirte que prefiero sufrir yo a verte triste?
+Ven.- Susurró.
Se levantó y me llevó hasta la cocina. Cuando entramos, cerró la puerta y me abrazó.
Sentí que, poco a poco, las lágrimas se acumulaban en mis ojos, así que parpadeé rápidamente para que desaparecieran.
+Siempre estás sonriéndo y riéndo. No quiero verte triste. Me gustaría volver ahí contigo y verte reír y bromear, por favor.- Susurró mientras deshacía el abrazo.
¿En serio piensa que puedo olvidarme de que él no está bien, hacer como si no pasara nada y divertirme a su costa?
Me cogió de la mano y se dirigió a la puerta. Cogí aire.
-No, ya basta, Styles.- Dije deteniéndome y soltándole la mano.
Se detuvo, se volteó hacia mi y me miró con los ojos como platos.
+¿Pero qué...?
-Me vas a decir lo que te sucede. Ahora.- Dije interrumpiéndole.
Suspiró. Ahora parece enfadado. ¿En serio? Pues bien.
+Te dije que no me pasa nada.- Dijo con un tono cortante.
Oh, créeme, conmigo esas cosas no funcionan.
-Y yo te digo que sí te pasa algo y que me lo cuentes ahora.
Se apoyó en la mesa de la cocina. Me acerqué a él.
-Styles, me estoy enfadando, y mucho, así que habla.
+Eh.- Susurró dulcemente mientras colocaba su mano en mi mejilla.
Levanté la mirada.
+No le des más vueltas. Te he dicho que cuando estoy contigo, soy feliz, y es verdad.
Suspiré, cerré los ojos y apoyé el peso de mi cara en su mano, sintiendo sus caricias, y poco después sentí sus labios presionando los míos. Me besó muy dulcemente y lo abracé.
-Te quiero, y no quiero que estés mal.- dije abrazándolo.
+Estoy bien, cariño... Estoy bien porque estás conmigo.
Me dio un beso en la cabeza, lo cogí de la mano y entramos a la casa.
Ya estaban los chicos dentro, y se levantaron rápidamente a abrazarnos y a saludarnos.
Los chicos se veían muy cómodos con la familia de Hazza, y todos hablaban muy animadamente, aunque, por mi parte, la cabeza me daba vueltas. ¿Qué le ocurre? Ahora mismo está bien, y se le ve relajado y feliz, así que prefiero dejar pasar este tema... Por ahora.
De repente, un precioso gatito blanco con negro vino hacia Harry y hacia mi.
+Oh, Dusty, ¡tenías que quedarte en la habitación!- Dijo Anne levantándose para cogerlo.
El gato se me subió a las piernas y maulló.
-¡Oh, qué bonito!- Dije acariciándole.
Empezó a ronronear y reí.
-Es precioso, Anne.
+Es Dusty, nuestro gatito... Se supone que estaba encerrado en la habitación porque tenemos invitados, pero no sé cómo ha podido salir.- Dijo Anne sonriéndo.
Es precioso y muy mimoso. Me encanta.
El gato se colocó entre nosotros dos y empezó a restregar su cabecita contra mi torso y a ronronear.
+Eh, es mía, pequeño.- Dijo Harry cogiendo al gato y dejándolo en el suelo. Luego me miró. ¿Está celoso de un gato? Oh, por favor...
Dio un aplauso y el gato salió corriendo.
-¡Harry, lo has asustado!
+Es lo que pretendía.- Dijo sonriéndome.
-Es un gato. ¿Cómo puedes estar celoso de un gato?
Se encogió de hombros.
+Eres mía.- Murmuró.
Puse los ojos en blanco.
De pronto tocaron la puerta. Eran Bryan y la señora Laura. Todos nos levantamos a saludarles, pero a Harry le cambió la cara de nuevo. Esa tristeza volvió a inundar su rostro. Oh, Hazza, ¿por qué no me dices lo que te pasa?
Intenté sonreir y fui a saludar a Bryan y a su abuela. La señora Laura me elogió mucho, y me ponía muy nerviosa. Luego Harry y yo saludamos a Bryan.
+Te ves mucho mejor sin las gafas, el gorro y la bufanda.- Me dijo Bryan sonriéndo, justo después de darme un beso en la mejilla.
Le sonreí.
-Gracias.- Dije encogiéndome de hombros.
Harry apretó su mano en mi cintura. Lo miré y palpaba los celos de su mirada. Bueno... Prefiero verlo celoso antes que triste.
Coloqué mi mano encima de la suya, en mi cintura. Bajó la vista hacia mi y me sonrió. Es completamente adorable. Luego fuimos a sentarnos y Hazza volvía a tener la tristeza reflejada en sus ojos. ¿Será que le pasa algo con Bryan? No sé, a veces se cierra tanto... Joder.
-¿Va a venir alguien más?- Le dije a Harry, intentando hacer que olvide lo que sea que le causa tristeza, pero en vez de eso, bajó la cabeza y suspiró, mirando a la mano que tenía encima de su muslo. Luego busco mi mano, me la cogió, me dió un apretón cariñoso y me rozó los nudillos con el pulgar.
+Faltan Edward, Rochelle y Britney.
Abrí mucho los ojos.
-¿Britney... Spears?
Rió.
+No, una amiga de la infancia.- Dijo con una sonrisa triste.
Con mi mano libre le acaricié la mejilla suavemente.
-No soporto verte así.- Susurré.
Me besó en el hombro y me sonrió.
+Te quiero.- Susurró.
-Y yo a tí.- Susurré y le apreté la mano.
Cuando nos dimos cuenta, todos nos estaban mirando.
Harry y yo nos sonrojamos y todos empezaron a hablar animadamente, disimulando.
¡Oh, que verguenza!
Harry sonrió ligeramente y empezó a hablar con los demás.
De repente, sentí que algo se paseaba entre mis piernas, así que di un respingo y miré hacia abajo. Reí al ver que era Dusty, que estaba rascandose con mi pierna mientras ronroneaba. Es tan cariñoso... Como Hazza.
Lo cogí en brazos.
-Hola, pequeño.- Dije acariciándole la cabecita.
Harry bufó y tensó la mandíbula. Puse los ojos en blanco y seguí acariciando al gato.
Poco después sonó el timbre y nos levantamos todos.
Eran dos chicas.
Harry me las presentó.
Rochelle es rubia, de ojos castaños y piel blanca, y Britney tiene la piel morena, el pelo castaño y ondulado, y los ojos de un marrón verdoso muy bonito. La verdad es que las dos son muy guapas.
Son bastante amigables, así que me acogieron muy rápidamente.
Harry hablaba con todos y no me soltaba la mano, pero yo no paro de darle vueltas a lo que le puede estar sucediendo. ¿Acaso es que va a echar mucho de menos todo esto, a su familia y a sus amigos? A lo mejor no le gustan las despedidas.
Quizás se siente incómodo porque solo quería estar con su familia y ahora estamos todos aquí.
Suspiré.
+Estás muy callada.- Susurró Harry.
Le miré y me encogí de hombros.
Oh, Hazza... ¿Cómo decirte que estoy callada porque me siento inútil?¿cómo decirte que verte triste me hace el corazón añicos?¿cómo decirte que me siento impotente al no poder arrancarte eso que te pone triste y tragármelo yo?¿cómo decirte que prefiero sufrir yo a verte triste?
+Ven.- Susurró.
Se levantó y me llevó hasta la cocina. Cuando entramos, cerró la puerta y me abrazó.
Sentí que, poco a poco, las lágrimas se acumulaban en mis ojos, así que parpadeé rápidamente para que desaparecieran.
+Siempre estás sonriéndo y riéndo. No quiero verte triste. Me gustaría volver ahí contigo y verte reír y bromear, por favor.- Susurró mientras deshacía el abrazo.
¿En serio piensa que puedo olvidarme de que él no está bien, hacer como si no pasara nada y divertirme a su costa?
Me cogió de la mano y se dirigió a la puerta. Cogí aire.
-No, ya basta, Styles.- Dije deteniéndome y soltándole la mano.
Se detuvo, se volteó hacia mi y me miró con los ojos como platos.
+¿Pero qué...?
-Me vas a decir lo que te sucede. Ahora.- Dije interrumpiéndole.
Suspiró. Ahora parece enfadado. ¿En serio? Pues bien.
+Te dije que no me pasa nada.- Dijo con un tono cortante.
Oh, créeme, conmigo esas cosas no funcionan.
-Y yo te digo que sí te pasa algo y que me lo cuentes ahora.
Se apoyó en la mesa de la cocina. Me acerqué a él.
-Styles, me estoy enfadando, y mucho, así que habla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario