Hoy, Harry y yo nos despertamos temprano. Hil me envió un mensaje diciéndome que Ed venía y que tenía que pasar toda la mañana con él en el estudio, y me preguntó si hacía falta que James y él vinieran y le dije que no. Al fin y al cabo, Ed y yo sabemos lo suficiente de música... Él más que yo.
Cuando Ed llegó nos fuimos al estudio de la casa principal solos, y reímos, además de hacer música. Llegamos a terminar una canción entera, tanto la música como la letra, cuando Harry entró de repente y me dio un susto de infarto.
Ed estaba a un lado de la estancia con la guitarra y varias hojas con pentagramas, y yo otro lado, con el ordenador, otra hojas y la letra.
+¡Hola!- dijo con más energía de lo normal cuando abrió la puerta con tanta fuerza,
Salté del susto y vi cómo Harry observaba toda la estancia hasta ver a Ed a un lado y a mi al otro lado.
Sus hombros se relajaron y yo fruncí el ceño.
A Ed hasta se le cayeron los papeles del susto.
Después de unos segundos analizando la situación, hablé.
-¿Qué pasa, Harry?¿Qué querías?
+Quería... Quería ver qué tal iban.
Sus ojos estaban oscuros pero tenía los hombros relajados.
¡Lo sabía!¡Está celoso!
¡Pero será estúpido!
+Pues vamos bien, tío. Dijo Ed un poco confuso.
Miré a Ed y le sonreí.
-Ed, podrías esperar un segundito. Voy a hablar un momento con Harry,- Dije, y ambos se dieron cuenta de mi cabreo cuando le eché una mirada asesina a Harry.
Ed sonrió y Harry caminó detrás de mi, callado.
Cuando cerré la puerta, seguí caminando hasta un dormitorio, porque no quiero discutir con Harry en el pasillo. Los chicos se meterían sólo para que no discutiéramos.
Entré y cerré la puerta de un portazo.
-¡¿Pero se puede saber por qué te has comportado como un imbécil?!- dije dándome la vuelta hacia él, enfadada.
+(Tn)_____... Yo solo quería ver que... Pues no sé, es que me dio un ataque de celos. No salen de es habitación desde hace horas y está insonorizada. Es normal que me ponga celoso.- Dijo con fuerza, cogiéndome de la mano.
Me solté de su agarre.
-¡Y es que encima eres más estúpido de lo que me pensaba!¡¿Cómo has podido dudar de uno de tus mejores amigos, Styles?1¡¿Cómo has podido dudar de mi?!
Lo pensó durante unos segundos.
+Lo siento.-Suspiró.- Fue un impulso de celos.
-¡No hay impulsos de celos que valgan cuando confías en una persona!- grité.
Se quedó callado pero se acercó a mi.
-Ni se te ocurra tocarme, Styles.
+Tienes razón. Yo confío en ti, (Tn)____, y también confío en él. Lo siento mucho, cariño, ¿me perdonas?- dijo muy cerca de mi.
Que alguien me explique cómo puedo mantener yo este cabreo cuando él me mira con esos ojitos y me dice eso.
Suspiré y puse los ojos en blanco.
-Siempre consigues lo que quieres.- Dije, y sonrió, haciendo que yo también sonriera, y acercó rápidamente sus labios a los míos.
+Desde hace horas moría de ganas de besarte.-Susurró sonriendo contra mis labios, y me besó con suavidad.
-Eres todo un seductor, Harry.- Dije riendo cuando terminó de besarme.
Rió.
+Soy todo un enamorado, que es distinto.- Dijo mirándome con ojos de cariño, y me dio un besito en la mejilla.- Creo que es hora de que vayas con Ed porque se debe de pensar que has montado la Tercera Guerra Mundial.
Reí.
-Sí, así acabamos más rápido y comemos.
Asintió y me fui a la habitación.
+¿Todo bien?- Dijo Ed cuando entré.
Puse los ojos en blanco y reí.
-¿Tú qué crees?
Rió y seguimos trabajando.
Una hora después salimos y comimos en el salón, con los chicos.
Estaban todos muy animados y querían enseñarle a Ed los carritos.
Dios mío, qué pesados son con los benditos carritos de golf.
Cuando terminaron de recoger, salieron corriendo al patio para coger los coches. Ed se sentó con Harry y yo me fui a una tumbona a coger sol, que, aunque haya poco, hay.
Una hora después, Lou se sentó en la tumbona de al lado. Harry seguía jugueteando con Ed en los carritos.
+¡Qué tranquila estás hoy!- Dijo poniéndose las gafas de sol.
Sonreí.
-Yo siempre estoy tranquila.
+Si tú lo dices...
Puse los ojos en blanco. ¿Ahora soy una persona intranquila? No pienso discutir.
-Lou.
+¿Qué?
-¿Has hablado con Harry acerca de su cumpleaños? Queda poco más de una semana...
Lou sonrió.
+Sí, y me dijo que, aunque no estaría mal una fiesta, no le apetece ocuparse de todo eso.
-¿Eso qué significa?
+Que si nosotros no le montamos la fiesta, él se queda sin fiesta.
-¿Y has pensado en cómo la vamos a preparar? Porque no pienso dejar a Harry sin fiesta de los 18.
Se encogió de hombros.
+Te lo íbamos a comentar los chicos y yo, pero o Harry está con nosotros o está contigo, así que no es fácil hablar de cosas así-
Es verdad, o está con ellos o conmigo, pero no se separa de nosotros.
-Tienes razón...
+Por cierto, los chicos y yo habíamos pensado en regalarle un coche... ¿Te apuntas?
-¡Por supuesto!- Me senté.- ¿Pero cuándo tiene el examen práctico del carnet de conducir?
Lou también se sentó.
+El día de su cumpleaños.
Me sentí un poco mal. No le he preguntado nada acerca del carnet y Harry está muy ilusionado con eso.
-¿Han pensado en el coche, la marca y todo eso? Yo no sé mucho de esas cosas...
+Eso déjanoslo a nosotros. Te enviaremos diferentes fotos por Whatsapp y decidiremos entre todos, ¿Vale?
Asentí.
Lou me mima. Los cinco, en general, me miman.
-Creo que es mejor que por Whatsapp también decidamos cómo organizar la fiesta, ¿no?
Lou asintió.
+Sí, estaría bien que sea una gran fiesta, así que no creo que quepamos aquí. Tendremos que alquilar un sitio aparte.
-Es verdad... Debería ser en un buen sitio, y que esté lejos del centro para que no se llene de fans. Espero que no salga a la luz dónde será la fiesta porque si se concentra una multitud fuera, le arruinarán la noche.
+Te doy toda la razón.
Me quedé pensando. Harry me organizó una fiesta sorpresa, y aunque me dieron un regalo en general, la cámara, él me dio un regalo aparte.
Toqué mi pulsera.
¿Qué puedo regalarle yo a él?
Estrujé mi cerebro, pero no sale nada de él. Me quedé sentada, con la cabeza entre los brazos.
Un regalo no puede ser tan difícil, ¿no?
+¿Qué pasa, (Tn)____?- Preguntó Lou preocupado por mi repentino silencio.
-Louis, cuando fue mi cumpleaños, Harry organizó una fiesta sorpresa, contribuyó con la cámara que me regalaron y, además, me regaló una pulsera preciosa que resume nuestra relación... Y no tengo ni idea de qué regalarle.
La sonrisa de Lou se hizo gigante.
+No te va a gustar lo que te voy a decir, pero hay un regalo que, en general, nos gusta a todos los chicos, y a Harry sólo se lo puedes dar tú.
Fruncí el ceño.
+Una noche de pasión nos gusta a todos, pero para Harry, contigo es distinto. Tiene un significado distinto, porque realmente significa algo y no es sólo pasión.
Me sonrojé.
-¿Estás intentando decirme que por su cumpleaños el mejor regalo es...?- no pude acabar la frase. Me puse como un tomate.
Lou rió al verme.
+Vamos, ¿crees que Harry valoraría más algo material a tus sentimientos?
Suspiré. Tiene razón, pero me muero de vergüenza.
-Pero no le digas a Harry que hablé de esto contigo; tú me has pedido consejo y yo te lo doy; allá tú. Además, le prometí a Harry que no comentaría nada acerca de sexo contigo por lo del otro día.- Dijo sonriendo.
-Gracias por el consejo, Lou.- Murmuré, todavía avergonzada.
Se encogió de hombros.
+No tienes que dármelas.
Me volví a echar para pensar en lo que acaba de decir Lou... Es que quiero que sea diferente. La vez pasada, Harry y yo lo hicimos por instinto impulsivo, pero quiero que sea distinto. Ahora que sé que le encanta mi cuerpo, pues no sé...
Dios, me estoy comiendo la cabeza yo sola.
Cerré los ojos pensando en todo, desde lo que me ha dicho la ginecóloga hasta lo que he hablado con Harry.
Lou ya se había ido de mi lado cuando, de repente, tuve una idea.
Me senté de golpe y todos me miraron. Reí y fui a por algo de beber para disimular.
Y sí... ¿Y si esta vez no utilizamos preservativo? La sensación será distinta, y será algo aún más íntimo, ¿no?
Dios mío, ojalá pudiera sentirme cómoda hablando de esto con alguien...
Bueno, la ginecóloga me mandó unas pastillas anticonceptivas fuertes y me había hablado de que no hace falta utilizar preservativo porque tienen la misma funcionalidad.
Pero sería más sorpresa si no lo hacemos hasta el día de su cumpleaños, porque así tendrá más ganas... Bueno, Harry siempre tiene ganas pero no sé, tendría que aguantarse hasta ese día.
Me sonrojé. ¿Cómo puedo estar pensando yo en todo esto?
Me bebí un vaso de zumo frío. Creo que me hace falta.
Entonces, Harry entró por la puerta trasera de la cocina. Estaba sudado, de tanto jugar y correr.
Siempre me ha dado asco el sudor, pero con Harry es distinto.
+¡Hola, cariño!- dijo feliz, y me besó.
Sonreí. Es que me pega la felicidad.
-¡Hola, mi amor!- Dije después del beso.
Se quitó la camiseta, sudada.
Ay.
-Hazza, está haciendo fresquito y te vas a enfermar.
+Creo que me enfermaría más con la camiseta puesta, porque está muy mojada. Ahora cojo otra.
Asentí y miré sus abdominales, húmedos, y él se percató de mi mirada, así que me atrajo a él.
Levanté mi mirada a sus ojos y sonrió. Le encanta que mire su cuerpo.
+Puedes tocar lo que quieras, si te apetece.- Susurró, mordiéndose le labio.
Suspiré temblorosamente.
-Ya lo sé, como tú conmigo.- Murmuré.
Sus ojos se oscurecieron.
Dios mío.
+Así que puedo tocar lo que quiera.- Susurró contra mi boca.
Pues yo creía que era obvio.
Asentí y me levantó, colocándome en la barra de la cocina.
-¡Harry!- Dije intentando bajarme, pero él se colocó entre mis piernas, y así, obviamente, no puedo.
+¿Qué?- Dijo rozando mi escote con su dedo índice.
-Que tengo una minifalda de volantes, ¡bájame!
Colocó su mano en mi pierna, acariciándola, mientras me mordía el cuello con suavidad.
+Mejor.- susurró.
Me sonrojé y me besó, haciéndome sufrir, pegándome a él hasta que su erección se situaba en la unión de mis piernas, y debajo de la falda sólo llevo unas braguitas porque no voy a salir de casa.
Suspiré entrecortadamente, colocando mis manos en sus abdominales para apartarlo un poco, pero es imposible apartarlo.
Apretó aún más su enorme bulto contra esa zona tan sensible y le mordí el labio para no gemir.
-Hazza... Deberías de estar cansado, sal a descansar.- Susurré.
+Para ti siempre tengo energías.- Murmuró en mi oído con un tono muy sensual. Cerré los ojos y dejé escapar un suspiro.
-Harry...-Dije con voz temblorosa, pero presionó su pelvis con la mía.
Su cremallera presiona mi clítoris y yo ya no sé qué hacer.
+Tengo muchísimas ganas de volver a hacerte el amor, de entrar en tí y escuchar tus gemidos.- Susurró contra mi cuello, y lo lamió con suavidad.
Me mordí el labio para no gemir e hizo un movimiento brusco de su pelvis con la mía.
Gemí en voz baja y le arañé la espalda.
Mierda, yo no quería hacer eso. Sentí cómo Harry se tensaba aún más. Colocó una de sus manos en mis pechos y la otra la dejó en la espalda, sujetándome, y apretó mi pecho izquierdo mientras apretaba su pelvis con la mía.
+Podría hacer que llegues al orgasmo sin tocarte más allá que con la ropa puesta.- Me murmuró al oído.
Sí que puede... Vamos que si puede.
Llevó la mano que tenía en mi pecho a mi pierna, hasta llegar por debajo de mi falda, y presionó mi clítoris por encima de mi braga, formando círculos perezosos.
Volví a gemir, pero esta vez, sin querer, le arañé los abdominales.
En un visto y no visto, me tumbó de espaldas, todavía entre mis piernas, y me besó con muchísima pasión mientras sus manos revoloteaban por mis pechos y mis piernas.
Se separó un segundo de mi boca.
+Te voy a llevar a una habitación. Ahora.- Murmuró.
-¡No!- Dije con rapidez. ¡Mi plan se va a ir al traste!- Ed por fin está aquí, vete al baño y luego sal y quédate un rato más con él.
El calor que Harry me transmitía, estando encima de mi, me quemaba, y así, sudado y rozándome la vagina... Dios mío.
Intenté empujarlo de nuevo para quitarlo de encima.
Su mirada se hizo más oscura, porque mis manos se resbalaron con el sudor y se fueron hacia la parte baja de los abdominales.
-Hazza...- suspiré, casi gimiendo.
Su mirada era íntima, sensual.
+Prefiero correrme contigo que correrme en el baño.- Murmuró, y me chupó y la mió el cuello.
Es igual de brusco cuando habla que cuando se pone caliente.
-Me estás haciendo sufrir.- Dije gimiendo.
+Te puedo aliviar.- Murmuró, volviendo a pegar su pelvis a la mía mientras seguía por la zona de mi clavícula.
Lo cogí por la cara y lo hice mirarme a los ojos.
+Hazza, Ed es tu amigo y no puedes compartir mucho tiempo con él. Por Dios, tienes que salir fuera y quedarte con él el tiempo que le queda aquí, porque él vino para acá por estar contigo y no por estar con los demás.
Suspiró. Sabe que tengo razón.
Se levantó y me ayudó a sentarme.
+Te dije que después de saber lo que se siente hacerte el amor, no me ibas a tener lejos de ti durante mucho tiempo.- Murmuró contra mis labios.- Ahora me voy al baño; Ed me espera.- Dijo, y me besó con suavidad.
Me mordí el labio mientras miraba cómo se iba. Esa manera de caminar tan felina, con los músculos húmedos y marcándose, con esos pantalones ajustados y esa gigante erección.
Sentía que iba a desmayarme.
Dios mío, ¿cómo voy a aguantar yo así más de una semana?
Él no es el único que se siente menos "fuerte" después de que hayamos hecho el amor.
Todo sea por su 'regalo'.
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Bueno, ayer se me olvidó subir capi pero ¡aquí está!
Espero que les guste porque lo he escrito rapidísimo y, aunque lo tenía todo pensado, puede que haya quedado un poco mal.
Por cierto, ya no pido comentarios en Twitter porque tengo a casi todas en Whatsapp, pero por aquí va a subir el límite de comentarios.... Para el próximo domingo, SEIS COMENTARIOS, y si no los hay, pues se esperan al siguiente domingo y así hasta que consiga los comentarios en el blog. Venga, va, que 6 comentarios no son nada comparado con las visitas diarias que recibe el blog, chicas.
Y, finalmente, ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEER Y GRACIAS POR COMENTAR, PRECIOSURAS<3333!
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