Y entonces volvió a salir de mi casi por completo y a entrar suavemente hasta la misma profundidad que la vez anterior.
No controlar mis gemidos cada vez que entraba y salía de mi con esa suavidad.
Sentía cada vez más cómo se acumulaba el calor en mi cuerpo y cómo mis paredes vaginales se hinchaban cada vez más, y eso aumentaba el placer.
Mis pezones rozaban su pecho desnudo y eso incrementaba el conjunto de sensaciones que me estaban matando.
Ya no sé ni qué hago con las manos, a veces toco su cuerpo y otras veces las clavo sin querer en su espalda, y él gime cada vez que lo hago.
-Oh Dios, Harry.- Gemí mientras movía sus caderas con sensualidad y su pene entraba y salía casi por completo de mi con suavidad.
+Sí, yo también lo siento, cariño.- Susurró, y subió una de sus manos para apretar mi pecho izquierdo, y luego el derecho, y mientras tanto jugaba con mis pezones y tiraba de ellos con suavidad. Me daban pequeñas descargas eléctricas que se concentraban en mi sexo.
No sé lo que me pasa, pero todas las sensaciones se están concentrando en mi vagina.
+Si supieras lo sensual que eres...- Me susurró al oído.- Quiero quedarme dentro de ti toda mi vida.
Gemí y clavé mis uñas en su espalda y él gimió roncamente.
Incrementó el ritmo de su penetración mientras me besaba bruscamente, aunque me penetraba con suavidad pero con rapidez.
Gemí y bajó su mano a mi vagina para rozar mi clítoris una y otra vez.
Grité.
+Siento cómo me aprietas con fuerza, me estás volviendo loco.- Gimió.
Mis uñas estaban clavadas en su espalda como si él fuera un salvavidas y yo estuviera ahogándome.
Sus besos no me ayudaban mucho a conservar la cordura.
+Déjate ir cuando lo necesites, (Tn)________. Yo no voy a durar mucho más que tú.
Asentí.
Cada vez entraba en mi con más rapidez, todavía sin que su pene entrara por completo en mi porque sabe que me haría más daño.
Sentí de repente escalofríos y un dolor extremadamente placentero en mi vagina.
Luego, sentí una gran exploción dentro de mi por la cual me dieron espasmos en mi sexo mientras mi cuerpo temblaba y yo gritaba y dejaba caer mi cabeza sobre la almohada.
Es como si me hubiera quedado sin conciencia.
Sentí que Harry entró y salió dos veces más dentro de mi mientras los espasmos iban remitiendo y calló encima de mi, gritando también.
Segundos después, salió de mi, y eso me incomodó mucho.
Se echó a mi lado. Sólo se escuchaban nuestras respiraciones aceleradas.
Cuando pude controlar mi respiración y recobrar la conciencia, me tapé con la manta.
Después de todo lo que acabamos de hacer, me sigue dando vergüenza estar desnuda.
+Ahora vengo.- Susurró Harry y me dio un besito en la mejilla.
Asentí y cerré los ojos.
Tardó 2 minutos apenas, y llego con unos bóxers puestos y con algo en la mano.
+¿Te duele, cariño?- Susurró, y colocó su mano encima de mi vientre.
Me sonrojé y él sonrió.
-Todavía no.
+Ven.- Susurró, y me hizo sentarme en la cama.
Seguía tapada con la manta porque la sujetaba por encima de mis pechos.
+Sube los brazos.- Susurró suavemente mientras sujetaba una camiseta entre sus manos.
Sospesé la idea. Si subo los brazos tengo que soltar la manta.
+Vamos, cariño, no creo que vaya a ver algo que no haya visto antes, ¿no crees?
-Pero, Harry, yo... Ay, no sé.- Dije, y me sonrojé más.
Río y puso los ojos en blanco.
Su risa es preciosa... Me encanta. De verdad que me encanta.
Me metió una camiseta por la cabeza.
Sonreí.
Se colocó por detrás de mi y me bajó la camiseta; además, metió mis brazos por los agujeros de la camiseta.
Sonreí al ver qué camiseta era.
Miré hacia detrás y él me sonrió aún más.
Reímos.
-Todavía te acuerdas.- Dije sonriendo, acariciándo su mejilla con mi mano.
Apoyó suavemente su cara contra mi mejilla y me miró, todavía sonriendo.
+Es imposible olvidar el momento en el que te vi con mi camiseta puesta. Hasta se me aflojaron las rodillas y apenas te conocía.
Reí. Qué bobo es.
Me colocó los pantalones por debajo de la manta, sin ver nada, e hizo que me terminara de tumbar en la cama. Se colocó encima de mi suavemente.
+¿Cómo te sientes?- Dijo colocándome un mechón de pelo detrás de la oreja.
Me sonrojé.
-Yo estoy bien, ¿y tú?
+Yo estoy genial... Siento cómo si me hubiera quitado un peso de encima.
Reí.
Es normal, entre nosotros había tanta tensión sexual...
+¿Y qué te ha parecido?¿Te ha gustado?
Sus ojos brillaban, con la necesidad de saber la respuesta..
Sonreí y volví a sonrojarme.
¿Qué si me ha gustado? Dios. Ha sido perfecto.
-Es indescriptible, Harry.- Dije sonrojándome.
+¿Indescriptible de bien o de mal?- Dijo serio.
-De bien, por supuesto.- Dije rápidamente.
Dejó caer su cuerpo sobre el mío, soltando el aire que había estado reteniendo.
+Menos mal.- Susurró.- A mi me ha encantado... No podría describir todo lo que sentí, pero ha sido perfecto.
Sonreí.
-Sí, ha estado muy bien.- Dije mientras le acariciaba el pelo.
Rozó su nariz con la mía.
+Dímelo de nuevo.- Susurró.
Fruncí en ceño.
¿Qué?
Sonrió un poco.
+Dime que me amas.- Susurró.
Lo miré a los ojos y le sonreí.
-Te amo, Harry.-Susurré.
+Yo también te amo, (Tn)______.- Murmuró contra mis labios y me besó.
Sentí que casi me desmayaba ante ese beso y esas palabras, y sentí el calor recorriendo mi cuerpo.
+Me voy a quitar de encima de ti, porque sino, no respondo a lo que pueda hacer...- Dijo sonriendo.
Reí.
-Yo no podría hacerlo otra vez, estoy exhausta.
+Yo tampoco, pero mejor no me tientes.- Dijo mientras se quitaba de encima mío.
-¡Pero si yo no he hecho nada!
Rió.
+No hace falta que hagas nada, el sólo hecho de que seas tú, ya es una gran tentación.- Dijo colocándose de lado y abrazándome.
Sonreí.
Estoy realmente cansada, es que se me cierran los ojos solos.
+Soy el chico más feliz del mundo.- Susurró con los ojos cerrados.
-¿Por haber hecho el amor?- pregunté mientras me ponía de lado, frente a él.
Negó con la cabeza.
+Porque siento que eres solamente mía.- Susurró.
-¿Y no sentías eso antes?
+Sí, pero ahora es distinto. (Tn)_____, al haber hecho el amor contigo y haberte quitado la virginidad, es como si te hubiera reclamado. Ahora eres mía, y aunque algún día te vayas de mi lado, siempre he sido el primero y bunca podrás olvidarlo.- Susurró.
Sentí cómo mis ojos se empañaban. Eso que acaba de decir es precioso.
-Siempre he sido tuya.- Susurré.- Y en cierto modo, es como si yo te hubiera reclamado también, ¿no?
Rió.
+Nunca hubiera imaginado ese punto de vista, y resulta hermoso que hayas pensado así, pero sí, desde tu manera de verlo, me has reclamado tú.
Sonreí.
-Entonces he sido la primera, y eso nunca podrás olvidarlo.- Dije acariciándole la cara.
Me abrazó y se echó de espaldas, por lo que acabé de lado y apoyada en parte de su pecho y su torso.
+Yo nunca podría olvidarme de ti, ni aunque quisiera.- Susurró.
Entrelacé mi pierna con las suyas y apoyé mi cabeza en su pecho.
-Yo tampoco podría olvidarme de ti, Harry.- Susurré, ya medio dormida.
+Te amo.- Susurró, medio dormido también.
-Y yo a ti.- Murmuré, y me sumergí en un sueño profundo.
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¡FELIZ NAVIDAD, PRECIOSAAAAAAAAAAS!
Espero que Papá Noel les haya dejado muchos regalos. Las quiero mucho, de verdad<3.
¿Qué les ha parecido? Necesito opiniones, de verdad.
Sé que no se lo esperaban pero bueno... Intento innovar(?) Jajajaja
Y siento la tardanza pero es que no sabía cómo escribir este último capi.
¡Muchos besitos a todas y gracias por leer!
Por favor, cometen que necesito saber qué opinan, de verdad. Muchísimas gracias<3
Escribo una novela sobre los chicos de One Direction y tú,"Happiness comes when you least expect it" (La felicidad llega cuando menos te lo esperas). La novela es sobre la música y 1D, sobretodo Harry. Si quieres el siguiente capítulo, pídelo por un comentario en el blog, por mi Tuenti: Keep it Simple O mi twitter: @Mary_SMTHP ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEER♥!
12/25/2013
MARATÓN #HCWYLEI Capítulo 120.
MARATÓN #HCWYLEI Capítulo 119
Se estiró y abrió el primer cajón de su mesita de noche. Luego cogió un preservativo y volvió a situarse entre mis piernas.
Abrió el paquetito.
De un momento a otro sentí que él estaba haciendo todo y que yo no hacía nada, y se supone que esto es un acto íntimo entre dos personas, no sólo una.
-Puedo hacerlo yo, si quieres.- Murmuré. Me impresioné por lo ronca que había sonado mi voz y sentí como mis mejillas se bañaban en un tono rojo carmín.
Eso sí que sería íntimo.
Me cogió de las manos e hizo que me sentara. Él seguía entre mis piernas, arrodillado. Colocó sus manos a los lados de mi cara, urgiendome a levantar la cabeza y a abrir mis labios para recibir un beso muy intenso y sensual.
+Estaría encantado.- Murmuró jadeando, y me dió el preservativo.
+Tienes que apretar la punta del condón para que no quede aire ahí; luego colocarlo, tirar hasta abajo y no dejar de aplastar la punta hasta que ya esté puesto. No puede quedar aire dentro, cariño.
-No parece tan complicado.- Susurré sonriendo, aunque mis manos me delataban porque temblaba.
Me dio un beso en la frente, luego un beso húmedo en el cuello, luego otro en la clavícula...
Cerré los ojos, intentando controlar mi respiración y el temblor que sufría mi cuerpo.
-Harry, así no me vas a dejar terminar de hacer esto.-Susurré, todavía con los ojos cerrados.
Se separó un poco de mi y respiré hondo. Entonces, aplasté la puntita del preservativo.
+Bien.- Susurró, y me acarició el brazo.
Sentía el calor y el cosquilleo que dejó su mano en mi piel.
Luego miré su erección pegada a su abdomen. No puedo casi ni pensar en otra cosa que no sea en lo grande y gruesa que es.
Introduje el preservativo en el glande poco a poco, y cerró los puños. Después, empecé a bajarlo lentamente, con manos temblorosas. No sé si lo estoy haciendo bien, pero en mi opinión, lo hago como él me ha dicho.
Cerró los ojos y se mordió el labio. Luego tomó aire mientras yo seguía concentrada en mi tarea.
+Cariño, tan lento no, que me estás matando.- Dijo con los dientes apretados.
Moví mis dedos un poco más rapido y terminé de colocarlo.
¡Lo he hecho!
Le sonreí victoriosamente y él me acarició la mejilla con cariño y me besó, mientras hacía que me tumbara en la cama.
+¿Estás segura de esto?- Susurró.
-Sí.- Susurré, mirándolo a los ojos.
+¿Hablas tú o habla el deseo?
Sonreí.
-¿No estás seguro, Harry?
+No, no, era sólo que tenía la duda.- Susurró e intenté no reír.
Ya, claro, una duda.
-Harry, estoy debajo de ti, desnuda, y tú estás encima mío, desnudo también; mis piernas están abiertas y tú estás entre ellas. Además, ya llevas puesto un preservativo... ¿Crees que no estoy segura?- Sonrió.- De lo único que sigo sin estar segura es de lo grande que eres.-Murmuré mientras me besaba. Rozó sus labios con los mios y apoyó su frente en la mia.
+(Tn)______, no te voy a hacer daño. Nunca te haría daño; no a propósito. Quiero que estemos unidos, lo más unidos posibles. Quiero tenerte para mi, reclamarte y que seas mia... Saber que me perteneces, que eres sólo para mi. Te diría que disfrutaríamos de noches inolvidables, pero para mi, cada segundo contigo es inolvidable. Te quiero a ti unida a mi de todas las maneras posibles; entrelazados, sin el más mínimo espacio entre nosotros.- Me besó dulce y sensualmente.
Gemí y levanté mi pelvis en reacción al beso.
-Te amo. Soy sólo tuya, Harry.
+Yo también te amo, y soy sólo tuyo, (Tn)_______.
Esa frase me hizo besarlo con desesperación. No pude evitarlo. Es mío. Sólo mío... Y me ama.
Le besé con pasión, tocando su musculoso cuerpo, enrredando mi lengua con la de él.
Y él bajó su mano izquierda, acariciando mi pierna derecha, para luego subirmela y que quedara doblada. Hizo lo mismo con mi pierna izquierda, y me abrió más las piernas.
+Es para que se nos haga más fácil y menos doloroso.-Susurró, y me acarició los pechos de nuevo.
Gemí y rozó su pene con mi vagina.
Le besé por toda la mandíbula mientras acariciaba su espalda, su perfilada y musculosa espalda.
Luego, poco a poco, fui sintiendo como se movía y colocaba sus manos en mis piernas, y luego sentí cómo se posicionaba mientras me besaba.
Me asusté, pero respiré hondo. Me siento muy... expuesta.
Voy a perder la virginidad esta noche con el chico al que amo y con el único por el que he sentido algo así, y se va a comportar bien conmigo porque me ama también.
Me miró a los ojos.
+Si no estás segura, sólo dime que me detenga.- Susurró.
Lo miré a los ojos y sonreí, nerviosa.
-Hazlo ya.-Susurré, y le mordí la mejilla derecha.
+Tus deseos son órdenes.- Susurró, y sentí cómo su glande empezaba a penetrar en mi. Poco a poco. Muy lentamente.
Gemí y clavé mis uñas en su espalda.
Él jadeó y cerró los ojos fuertemente.
Sentía como mis paredes vaginales se estiraban para dar paso a esa nueva intrusión, era doloroso, pero nunca había sentido tanto placer.
+Qué pequeña eres.-Murmuró con su ronca voz y me rozó los labios.
Entró unos centímetros más en mi y se detuvo.
Lo miré.
Me siento extraña y llena, muy llena.
+Esto te puede doler.- Me dijo.
Asentí.
-Estoy preparada.
Y, entonces, hizo un movimiento un poco brusco y sentí algo parecido a un fuerte pellizco dentro de mi.
Me mordí el labio para no gritar. Sé lo que ha pasado; ahora sí que me va desvirgado, ha roto mi hímen, pero duele. Y duele mucho.
Cerré los ojos porque se me llenaron de lágrimas, y no quiero llorar.
Después de ese pequeño movimiento brusco, Harry se quedó quieto, con la mandíbula apretada, haciendo un gran esfuerzo para él.
Me besó los ojos, las mejillas, la mandíbula, la frente...
+Lo siento tanto...- Susurró.- Esto era lo que no quería que pasara. Lo siento mucho.
Y siguió besándome.
Le acaricié el pelo y abrí los ojos.
-Estoy bien, solo... Deja que me acostumbre a la sensación, ¿vale? De verdad que estoy bien, Hazza. Esto es inevitable.
Me miró a los ojos fijamente y me besó lentamente mientras subía una de sus manos para acariciarme los pechos. Tan lentamente que intentaba no dejarme llevar, porque mis caderas querían moverse al compás de ese beso y de esas caricias.
Otra de sus manos la bajó hasta mi vagina, y ahí empezó a rozar mi clítoris lentamente.
Poco a poco, mis jadeos pasaron a ser gemidos.
+¿Te encuentras mejor?- Susurró.
Le besé profundamente, mientras le acariciaba los abdominales.
+Eso es un sí... ¿Estás lista para que me siga moviendo?-Dijo con su voz ronca y sensual.
-Hazme el amor.- Le susurré al oído.
Gimió.
+Eso no lo dudes.
Y salió lentamente de mi. Dolía, es decir, ardía un poco porque es tan grande que hace que mis paredes vaginales se estiren por completo para albergarlo a él... Y todavía no ha entrado por completo en mi. Pero la sensación en sí, me vuelve loca.
Empezó a entrar de nuevo, poco a poco, y gemí fuertemente. Cuando llegó un poco más allá de la vez anterior, volvió a dolerme y me mordí el labio.
+No voy a llegar mucho más lejos que esto, cariño... No quiero hacerte daño.
MARATÓN #HCWYLEI Capítulo 118
Ésa era la palabra que he estado buscando todo este tiempo; por eso me sentía incompleta al decirle que le quería.
+... y comprendo que ahora estés confundida, y lo siento pero...
-Yo también te amo.-Susurré, cortándole la frase.
+¿Qué?- Dijo, sorprendido, mirándome a los ojos.
-Te amo, Harry. Después de lo de hoy, me he dado cuenta de lo que realmente siento, y en un simple “te quiero“ no se pueden acumular todos esos sentimientos. Yo te amo.- Murmuré, acariciándole la mejilla.
Este momento es uno de esos pocos momentos en la vida en los que estoy completamente segura de lo que le estoy diciendo, y se nota.
+Dímelo de nuevo.- Susurró, rozando sus labios con los míos y sin apartar su mirada de la mía.
Sonreí y me sonrojé un poco.
-Te amo.- Susurré contra sus labios.
Colocó sus brazos por detrás de mi espalda, acercándo, aún más, mi cuerpo al suyo, y me besó. Este beso era distinto. Había mucha pasión en el beso, pero el amor le ganaba a la pasión.
Sentía el martilleo de mi corazón en mis oídos al encontrarse mis pechos rozando su pecho con una fina tela de por medio.
+Por favor, a partir de ahora, dímelo más a menudo. Adoro cómo suena y cómo me hace sentir.- Murmuró con voz ronca, y empezó a besarme, de nuevo, el cuello y el pecho, todavía abrazándome.
Me mordió suavemente entre mis pechos.
Gemí y deshizo su abrazo para terminar de desatarme el albornoz, abriéndolo poco a poco, rozando mi piel con la tela.
Mi respiración había aumentado todavía más y mis mejillas se tiñeron de un rojo intenso.
Me abrió el albornoz por completo y su mirada recorrió mi cuerpo una y otra vez, de arriba a abajo y de abajo a arriba, lentamente.
Por Dios, necesito taparme con una manta o con mis propias manos... Ay, es que me muero de la vergüenza.
Cerré los ojos para no ver su expresión... No le va a gustar lo que ve. Lo sé, estoy segura.
Tengo un cuerpo raro y suelo engordar muy fácilmente, y voy al gimnasio pero no vale para nada.
En general, soy horrible... Mi pelo, mi cara, mi cuerpo... Toda yo.
A lo mejor me va a dejar después de lo que está viendo, después de ver lo que hay debajo de mi ropa.
Sus manos se movieron y se colocaron encima de mi vientre, y las fue subiendo poco a poco mientras yo contenía la respiración.
Llegó a mis pechos y los acarició suavemente con la yema de sus dedos, deteniéndose por unos segundos en mis pezones. Gemí y subió sus manos hasta mis mejillas.
Acercó sus labios a los míos y me besó como la vez anterior.
+No dejes de mirarme...- Susurró contra mis labios. Abrí los ojos, temerosa de su reacción ante mi cuerpo.- Por fin vas a ser mía por completo.- Me mordió el labio inferior, tirándo hacia él.-Eres una diosa; Afrodita estaría celosa de ti, (Tn)________.
Me sonrojé muchísimo ante sus palabras.
+Eres tan dulce y tan sexy a la vez... Esa mezcla es adictiva.-Sururró.
Su miembro rozó mi vagina, ahora sin nada que impidiera el contacto directo.
Gemimos mientras él empezaba un sendero de besos, bajando sus manos a mis pechos, acariciándolos y jugando con mis pezones.
Es una sensación tan... Diferente. Siento algo así como descargas eléctricas cada vez que hace eso, y esas descargas acaban acumulándose en mi zona pélvica.
Es increíblemente placentero, pero siento que todo por dentro me hierve.
Estoy abrumada. Hay demasiadas sensaciones en mi cuerpo que no puedo aclarar.
Sus manos siguen acariciando mis pechos y su boca juega con mi cuello, y yo es que estoy a punto de volverme loca.
-¡Harry!- Gemí, y levanté mi pelvis en un impulso.
Necesito aliviar el calor que siento.
Gimió y me cogió por las caderas, deteniendo mi movimiento.
+Tengo una fuerza de voluntad de oro al negarme a esa invitación, pero quiero hacerlo lento, cariño; por favor, no hagas eso, necesito disfrutar de ti poco a poco.- Dijo con una voz tan ronca que no parecía él.
Asentí, y acaricié su pelo con mis manos mientras me besaba el cuello.
Busqué sus labios y le besé lentamente, jugando con su lengua y mordiendo su labio de vez en cuando.
A veces nos mantenemos la mirada, sin importar lo físico, y eso hace que todo fuera más intenso.
Bajé mis manos por su pecho y sus abdominales, temblando.
Ahora mismo solamente puedo actuar, y no pensar.
+Tan sólo con tus labios me vuelves loco.- Gimió y me mordió el cuello.
Gemí y levanté la pelvis de nuevo. Fue sin querer pero no lo puedo evitar; es una reacción de mi cuerpo.
Me cogió de las caderas de nuevo para detener mi movimiento y rozó su pene con mi vagina mientras me mordía el labio.
Grité y arañé su espalda. Esta nueva sensación me abruma y me excita de una manera sobrenatural.
Lo necesito dentro de mi, y lo necesito ahora. Nunca había sentido ése vacío que siento ahora en mi.
Hizo un sendero de besos, dirigiéndose a mi pecho izquierdo, pero lo cogí por la cara y lo detuve. Me miró con la pregunta en los ojos.
-Es que me da vergüenza que me beses ahí.- Dije sonrojándome.
Mi voz sonó tan ronca que yo misma no la reconocía.
Él sonrió con cariño.
+Hoy no lo haré, -susurró contra mis labios- pero espero que te conste que me muero por hacerlo. Cuando dije que quiero disfrutar de ti por completo, lo dije en serio... Por completo.- Susurró esto último, dejando caer su cuerpo encima del mío.
Mi temperatura se elevó muchísimo más. Su cuerpo desnudo rozando el mío...
Lamió mi labio inferior y luego me besó, enredando su lengua con la mía, haciéndome sentir fuego.
Volví a alzar la pelvis y sentí el roce de su pene.
-¡Harry!- gemí.
Joder, que me está mantando lentamente.
+¿Qué quieres, (Tn)______?- Dijo con un tono muy sensual y una sonrisa que decía que sabe perfectamente lo que quiero.
Me sonrojé.
-Por favor...- Jadeé mientras él hacía el amago de besarme para luego echar su cara hacia detrás.
El fuego me quema y necesito algo que lo apague.
Lo miré casi con desesperación.
+No me has respondido. Susurró contra mi boca y movió su pelvis tan sólo un poco más hacia delante para que yo puediera sentir un leve roce.
Jadeé y clavé mis uñas en su espalda mientras él cerraba los ojos.-¿Qué quieres, (Tn)_______?- Dijo con voz mucho más ronca.
-A ti.- Susurré.
+Hmmm, entonces esto pinta bien...- Susurró con su voz tan rasgada y ronca, y me mordió el labio.
Separó su cuerpo del mío y se colocó de lado, a mi lado.
Lo miré.
¿Pero qué hace?
+Tranquila, no te dejaré así.- Susurró.- Es sólo que quería verte mejor.
Me volví a sonrojar mucho.
Colocó una de sus manos en mi mejilla y me acarició con el pulgar; luego la dirigió hasta mi boca y siguió el contorno de mis labios con su dado índice.
Empezó a bajar su mano por mi cuello hasta el medio de mis pechos. Ahí, hizo un camino hacia mi pecho izquierdo y lo apretó. Gemí mientras difrenciaba, más por mis sentidos que por la poca luz que había, lo que él me hacía.
Tiró de mi pezón izquierdo y luego se dirigió a mi pecho derecho, haciendo exáctamente lo mismo.
Bajó esa misma mano por mis costillas, rozándolas suavemente, y pasó un sólo dedo por el medio de mi barriga hasta más abajo del hombligo, para después acariciar mi cadera suavemente y empezar a bajar su mano poco a poco, mientras me besaba. Sé a dónde se dirije y me sonrojé. Apreté las piernas, cerrándolas con fuerza.
-Harry, no.-Dije mientras él me besaba el cuello.
+Hmmm, por supuesto que sí. Necesito saber que me deseas y quiero prepararte para mi.
-Pero, Harry, yo...
+Abre las piernas, (Tn)_______.- Dijo cortándoma la frase mientras bajaba su dedo índice, rozando todo mi vientre y llegando hasta la unión de mis muslos.
Ay, que no...
+No tienes que avergonzarte.-Murmuró.-Quiero verte gozar, cariño... - Acercó su boca a mi oído- Y te va a gustar, te lo aseguro. Además, no sabes el efecto que tiene sobre mi oírte gemir; te sorprendería- Susurró mientras hacía círculos en mi bajo vientre con la mano.
Me mordí el labio, nerviosa, y con su pierna abrió las mías.
Bajaba su mano tan lentamente que me hacía perder los estribos.
+Esto es mío.-Murmuró mientras me mordía el labio, haciendo que yo dejara de mordérmelo, mientras hacía que volteara la cara para mirarlo directamente a los ojos.
Sentí su mano rozándome el principio de mi vagina y me puse más nerviosa aún, y segundos después sentí sus dedos urgando por la parte externa de mi sexo. Gemí. Casi no me ha tocado y siento, más que fuego, lava. Estoy ardiendo.
Luego, poco a poco, movió sus dedos hacia la zona interna de mi vagina. Me está matando.
Le clavé las uñas en la espalda mientras me mordía el labio para no gritar.
+Estás empapada...- gimió- eso hará que te duela menos.-Susurró. Su voz no podía estar más ronca e irreconocible.
Recorrió mi vagina con dos de sus dedos, extendiendo mi humedad y deteniéndose en mi clítoris, presionándolo con suavidad, formando pequeños círculos.
Volví a clavar mis uñas en su espalda sin querer mientras gritaba.
La respiración de Harry era cada vez más irregular... Su cordura pende de un hilo.
Paró de hacer círculos con la mano y la bajó sus dedos poco a poco por mi vagina. Gimió mientras metía su dedo índice dentro de mi.
Jadeé en su cuello y empecé a hacer un sendero de besos por su clavícula mientras él metía y sacaba su dedo con suavidad.
Busqué sus labios y lo besé mientras acariciaba sus abdominales.
Después, metió un segundo dedo y gemimos.
+Muero por estar dentro de ti, por sentirte por completo. Toda tú para mi. - Susurró contra mis labios, manteniéndome la mirada mientras movía sus dedos dentro de mi suavemente, y poco a poco mis caderas empezaron a moverse al ritmo de sus dedos.
+Sí.- Gimió.- Así, cariño.
Metió un tercer dedo y grité del placer. Nunca pensé que sería así. Nunca pensé que se sentiría tan bien.
Me besó con fuerza a la vez que movía sus dedos cada vez con más violencia mientras se tragaba mis gemidos.
+¿Te gusta?- Susurró.
Con los ojos cerrados por el placer, coloqué mis manos en sus mejillas y lo besé salvajemente, tirando un poco de su pelo.
+Me lo tomaré como un sí.- Murmuró mientras paseaba su otra mano por mi cuerpo, deteniéndola varias veces en mis pechos.
Y de repente se separó de mi boca.
+No lo soporto más.- Dijo.- Necesito estar dentro de ti. Ya.
Sacó sus dedos de dentro de mi y sentí un vacío enorme... Y necesitaba que lo llenara.
MARATÓN #HCWYLEI Capítulo 117.
Mi ritmo cardíaco se empezó a acelerar, al igual que nuestro beso, el cual se había convertido en mi desesperación... Todos mis miedos de perderlo estaban quedando reflejados en éste acto.
Su cuerpo estaba encima del mío y podía sentir el calor que me transmitía.
Se separó de mi boca y me miró a los ojos, y después se acercó poco a poco hacia mi mejilla para hacer un recorrido de besos húmedos y dulces desde mi mandíbula, bajando por mi cuello y llegando hasta mi hombro.
Cerré los ojos y jadeé mientras lo abrazaba.
Lo necesito tanto... Sólo con saber que podría perderlo, yo... Realmente no sé lo que haría si le pasara algo.
El recuerdo de lo que acaba de suceder no abandona mi mente, y ahora es cuando necesito tenerle tan cerca; saber que todo está bien, que él está bien.
Mis mejillas todavía estaban húmedas y mis ojos seguían empañados.
+No quiero volver a verte llorar por mi, (Tn)_________, nunca.- Dijo contra mis labios.- No sabes lo mal que me he sentido al verte así. Cariño, sentí un horrible vacío en el pecho al verte llorar, de verdad que lo siento tanto...-Dijo mientras colocaba su mano en medio su pecho con expresión de dolor.
No puedo verlo así... Fue sin querer y no quiero que le siga dando vueltas a ese asunto. Está realmente arrepentido y eso es lo que importa.
Coloqué mi mano encima de su pectoral izquierdo, sintiendo los latidos de su corazón.
-Harry...-suspiré y fijé mi mirada en sus ojos.- Eres mi vida.-Murmuré, con sus labios a milímetros de los míos.
Sus ojos se encendieron de inmediato ante esa frase y sentí cómo su corazón se aceleró, y yo necesitaba que me besara. Mientras nos manteníamos la mirada, pasé mi lengua por sus labios.
En menos de una décima de segundo, colocó sus manos en la parte de atrás de mi cabeza y me besó con mucha intensidad.
Sentí cómo crecía su erección contra mi cadera al mismo tiempo que aumentaba todo ese calor que tenía dentro de mi.
Este beso se hacía interminable pero, a su vez, apetitoso.
En medio de ése choque de labios y lenguas, metió su rodilla entre mis piernas para hacerse espacio y colocarse entre ellas, como hace siempre mientras me besa.
Me separé un poco para hablar y bajó su boca a mi cuello para darme suaves mordisquitos en el isquiotibial.
Dios mío, qué calor tengo.
-Hazza, estamos...-No pude terminar la frase. Su respiración en mi cuello y sus besos me hacen jadear.
+¿Cómo estamos, cariño?- Murmuró, y me lamió el cuello muy lentamente.
Me mordí el labio para no gemir.
Sabe a lo que me refiero; estamos prácticamente desnudos.
-No tenemos mucha ropa puesta...- Susurré con un hilo de voz.
Sonrió y me mordió el labio mientras apretaba su erección contra mi sexo.
Gemí.
Su sexo sólo está separado del mío por su propia toalla, porque debajo del albornoz no llevo nada.
Me miró con esos ojos verde grisaceo brillantes y ardientes y rozó sus labios con los míos. Los músculos de mi vientre se contrajeron mientras le mantenía la mirada.
+Por ahora, sólo casi.- Susurró.
Poco a poco sus manos fueron acariciando mi cuerpo por encima de la tela del albornoz.
Al no llevar puesto sujetador, sus manos rozaron mis pechos y un gemido salió de mi garganta antes de que pudiera controlarlo.
Él sonrió, aparentemente sarisfecho de mis reacciones, y empezó a darme besos desde la clavícula hacia abajo, por la zona de entre mis pechos que no tapaba la tela del albornoz.
-Harry...- Susurré para frenarlo, pero no me dejó hablar porque movió sus caderas con más fuerza y su toalla rozó mi sexo con más violencia.
Gimió en mi pecho y mi cuerpo vibró ante su gemido.
Sin querer, clavé mis uñas en su espalda. Gimió de nuevo y volvió a mover su pelvis contra la mía.
Trajo su cara a la mía y colocó sus manos en mi cuello para besarme bruscamente, profundizando aun más ese beso al pegar tanto mi cara a la de él.
Mientras sus labios chocaban con los mios y su lengua y la mía se enredaban, bajó sus manos hasta mis pechos y los apretó fuertemente.
Se tragó mi gemido y siguió bajando sus manos hasta llegar al nudo de mi albornoz.
Abrí los ojos, alarmada, mientras él empezaba a deshacer el nudo.
-Hazza, no.-Murmuré con sus labios pegados a los míos.
Sentí como mis mejillas empezaban a teñirse de un color rosado.
Sonrió contra mi boca y me miró con ojos cariñosos mientras me colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.
+Quiero disfrutar de todo tu cuerpo, no tienes por qué avergonzarte.
Negué con la cabeza. No. ¡Qué verguenza! La luz violeta de la lamparita le dejaría ver el contorno de mi cuerpo. Quizás no es mucho, pero es algo.
-No podemos... Mañana ambos tenemos trabajo.- Murmuré, todavía respirando entrecortadamente.
+Eso no es excusa, preciosa; los dos hemos dormido durante toda la tarde, apenas son las 8 y mañana tenemos entrevistas a partir de las 11.- Murmuró y fue rozando con sus labios mi mejilla hasta llegar a mi oreja.- ¿Qué excusa tienes ahora, cariño?- me susurró con voz demasiado sensual, y sentí su sonrisa cuando me mordí el labio.
Quiero negarme... Pero lo más profundo de mi lo necesita a él.
+Tenemos tiempo de sobra.- Dijo mientras me mordía el lóbulo de la oreja.
Jadeé.
+Lo estás deseando...- Susurró, y volvió a mover su pelvis contra la mía, pero esta vez, más suavemente. Gemí.-... Y yo también lo deseo.
Intenté pensar y ordenar mis ideas, pero era imposible con él encima y con su erección separada de mi por una toalla, además de estar tan pegado a... Ahí abajo.
Lo observé y sonrió levemente.
Acaricié sus brazos y dirigí mi boca a su cuello.
-Todavía tienes glucosa aquí...- Susurré, y le lamí el cuello, quitándole un poquito de esa mezcla.
Un gemido ronco y varonil salió de su garganta.
Cada vez que gime mi cuerpo vibra y me da más calor... Mucho más.
Me mordió el labio, abriendo mi boca para bersarme con ésa intensidad tan típica de él, haciendo que mi calor corporal se empiece a centrar en un sitio muy sensible... Y muy profundo.
De repente, se separó de mi y se arrodilló entre mis piernas.
Me sonrió.
Sus ojos brillaban de una manera que hacía que mi corazón latiera demasiado rápido.
+Iremos poco a poco, cariño... Sé que te da vergüenza, así que primero me desnudaré yo.- Dijo mientras se quitaba la toalla lentamente. Es sensual hasta para quitarse un simple trozo de tela.
La tiró a un lado de la cama...Esto tiene que ser un sueño erótico.
Me quedé boquiabierta y sentí que mis mejillas se tiñeron de un rosa más fuerte mientras lo miraba de arriba a abajo.
Tenía ganas de taparme los ojos, como una niña pequeña cuando mira cosas indebidas, pero a la vez, me derretía.
Ahí, la luz le da lo suficiente como para que yo lo pueda ver bien: su pelo estaba despeinado; sus ojos, ardientes, quemando mi piel mientras me analizaba de arriba a abajo; sus labios formando una sonrisa sensual que hacía que mi cuerpo elevara unos grados más su temperatura; sus pectorales bajaban y subían rápidamente debido a la excitación; sus abdominales estaban apretados, como si estuviera conteniéndose, supongo que intentando hacer todo más lento; sus piernas, también musculosas, estaban dobladas porque él estaba arrodillado, y volví a subir la mirada a eso que está pegado a su abdomen y evité mirar... Parece incluso más grande y más grueso sin ninguna tela reteniéndolo, y resalta muchísimo entre sus piernas.
Podría pasarme la vida entera buscando un sólo rasgo de imperfección en su cuerpo... En él en sí.
+¿Todo bien?- Dijo mientras volvía a cernirce sobre mi y me acariciaba la cara con una de sus manos.
No quiero ni pensar que ya no hay nada que pueda evitar el roce entre su sexo y el mío, porque me da más calor y me da vergüenza a la vez.
-Todo perfecto.- Susurré, sonrojándome.
Es que todo él es perfecto.
Su sonrisa se hizo muy grande, sabiendo a lo que me refiero.
Rocé sus labios e intenté acariciarle los abdominales con una mano, pero estoy temblando, y Harry se dio cuenta.
+Tranquilízate, preciosa. No tienes por qué estar nerviosa...- Susurró, y luego una sonrisa muy sensual se formó en su cara.- Prometo hacerte disfrutar.
Bajó sus manos lentamente por mi cuerpo hasta llegar al nudo del albornoz, y empezó a desatarlo lentamente.
-Harry...- Dije, asustada. No quiero que me quite el albornoz.
Sonrió y me besó entre los pechos.
+No tienes por qué avergonzarte ni asustarte, sé que estás preparada y no voy a hacerte daño.- Susurró en esa zona donde me besó, al lado del corazón.
Yo seguía tensa y confundida... De verdad que no quiero que me vea desnuda.
Me miró a los ojos y subió sus manos para acariciarme las mejilas con los pulgares.
+Quiero hacer el amor contigo, (Tn)_______. Tú y yo solos en nuestra cama, sintiéndonos, sin prisas, siendo sólo uno. He estado esperando mucho tiempo este momento porque te amo y eres la única persona con la que quiero hacer esto. Significas mucho para mi, cariño... Y esto también tiene un significado distinto para mi.
Abrí mucho los ojos. ¿Me acaba de decir que me ama? Harry nunca utiliza esa palabra, y yo tampoco porque la consideramos una palabra “muy fuerte“.
De repente, todo ese fuego que sentía en mi cuerpo, se empezó a acumular en mi corazón, a llenarlo.
-¿Qué has dicho?- Susurré, incrédula.
+Que quiero hacer el amor contigo.- Susurró, y observé en sus ojos que se estaba poniendo nervioso.
Lo ha dicho sin querer, pero es lo que siente, y eso me hace sentir mucho mejor; significa que lo ha dicho de verdad.
Sonreí con cariño y le quité un rizo de la frente.
-Después de eso, Hazza.
Su respiración se aceleró y empezó a sonrojarse.
Es increíble, hace tanto tiempo que no lo veía sonrojarse... Siento mariposas en el estómago, siento que mi corazón va a estallar, siento calor en todo mi cuerpo, siento muchas cosas indescriptibles.
+Te amo, (Tn)______... -Suspiró, y por poco se me sale el corazón del pecho al volver escuchar esa palabra saliendo de su boca.- Dije que te amo y es la verdad. Sé que es una palabra delicada pero es lo que siento, y entiendo perfectamente que tú no sientas lo mismo, pero no quería decírtelo antes porque a lo mejor te asustarías y me dejarías y yo... Yo no sé qué haría sin ti. Tenía miedo de confundirte...
Mientras él hablaba, pensaba en lo sucedido hoy, en su broma, en lo que sentí y lo que siento por él.