MARATÓN #HCWYLEI Capítulo 103.

¡Hola, bonitas!

Primero, quería decirles que lo siento mucho por la tardanza, pero estoy en exámenes finales y no paro de estudiar, y con todo lo que estudio, todavía creo que me van a quedar de una a tres materias y pf , estoy que me muero... Hasta sueño que estudio, es horrible; y no me da casi tiempo a escribir. Segundo, les voy a dejar este capi ahora, y luego subiré los otros dos porque este lo tengo que subir desde el ordenador y los otro los puedo subir desde el móvil... Si no me lo quitan a la noche, claro... Pero los subiré sí o sí, hoy o mañana... Están casi listos.

¡Muchísimas gracias por los comentarios, guapas<3!

Espero que les guste este capi, preciosas :)

¡Las amo y gracias por leer!

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Después de sacarnos fotos y fotos y más fotos, decidimos que ya era hora de irnos a casa.
Harry tenía una mochila con el bañador, la toalla y todo lo que necesita para la playa.
Ya en casa, nos quedamos un rato hablando con mi familia y luego fuimos a mi habitación.
Parece que en mi familia estan encantados con Harry, y eso me alegra de una manera sobrenatural.
-Bueno, supongo que ya es hora de que me cambie... ¡Estoy tan emocionada por ver a mis amigos de nuevo!- Dije mientras entrábamos en mi habitación y me daba la vuelta para mirarle.
+No sabes cómo me siento al verte así, rebosante de alegría - Dijo Harry.
Sonreí y volví a mirar mi pulsera.
Tenía pequeños colgantes que sonaban cuando la movía; un sonido delicado y musical. Uno de los colgantes era una tacita; el otro, una nota musical; otro, una gota; otro, un corazón y el otro, un número ocho.
-¿Tienen algún significado estos colgantes?- Dije mientras levantaba la mano entre nosotros dos y hacía un ligero movimiento para que sonara ese sonido tan bonito.
Harry sonrió y colocó sus manos en mi cintura.
+Sí, la taza es por la cafetería, por el día en que nos conocimos; la nota musical es porque la primera vez que te escuché cantar, sentí algo indescriptible y gracias a la música has ido a Inlgaterra y te he conocido; la gota es por el día en que empezamos a salir, nuestro primer beso en la piscina y el ocho es porque empezamos a salir un día ocho.- Dijo mientras sonreía.-
-¿Y el corazón?- Dije frunciendo el ceño.
Se puso serio y me miró a los ojos.
+Es... Simbólico.- Murmuró. -¿Y qué representa? Me cogió las manos juntas, con sus manos, rodeándolas. +Que mi corazón está en tus manos.- Murmuró.
Sentía que me iba a desmayar. Lo que siento ahoramismo es tan... No sé. Es mucho. Demasiado.
-Es algo muy delicado para una niña tan torpe como yo.-Dije mientras sentía como los ojos se me inundaban en lágrimas.- Mi corazón te pertenece a tí, Harry.
+El mío está en las manos perfectas.- Susurró. Me secó una lágrima que se me había caído y me besó suavemente. Un ligero toque de labios; un intercambio de alientos... Un beso lleno de amor.
+Llevas dos días en los que casi siempre tienes los ojos llenos de lágrimas.- Susurró con su frente pegada a la mía mientras me colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Son de alegría.- Dije sonriéndo.- Eres mi alegría personificada, Harry.- Dije acariciándole la mejilla.
+¡Chicos, se nos va a hacer tarde!- gritó Dei desde el salón.
-¡Ya vamos!- Grité. Reí y le dí un beso en la mejilla a Harry, luego me dí la vuelta para ir a coger mis cosas y él me abrazó desde detrás.
+¿Sólo un beso en la mejilla? Creo que me merezco un poquito más.- Me susurró al oído.
Reí y me dí la vuelta, quedándo entre sus brazos y le besé. Le besé bien, enrredando nuestras lenguas.
+Mucho mejor.- Dijo sonriendo.
Reí. Es inevitable. Se le hacen esos preciosos oyuelos en las mejillas cuando ríe de esa manera y yo siento demasiadas mariposas en mi estómago.
-Venga, ve a ponerte tu bañador al baño.- Dije sonriendo mientras iba hasta mi armario.
+Hmmm, me encantaría elegir tu bañador... Y ponértelo... Y quitártelo.- Dijo en voz bajita mientras se colocaba frente a mi y me ponía las manos en la espalda, acercándome a él.
-Pues eso no ocurrirá hoy; además, se nos ha hecho tarde. Venga, date prisa.
Rió.
+Has dicho “hoy“, así que me das esperanzas para otro día.- Dijo con esa mirada pícara mientras bajaba sus manos por mi espalda.
Sonreí.
-Quién sabe... Después de todo lo que ha pasado en estos dos días, seguramente tendrías mucha suerte si estuvieramos solos en nuestra casa.- Dije mientras me daba la vuelta y abría el armario
+Oh, vamos, me estás dando muchas esperanzas. Me vas a hacer estallar.- Me susurró al oído mientras subía sus manos por mi barriga muy lentamente.
Apoyé mi cabeza en su hombro.
-Para. No quiero que mi familia me vea sofocada. Además, se nos está haciendo tarde y el camino es largo.- Murmuré.
Me besó en el cuello y se separó de mi.
+No sé lo que haré en la playa cuando te vea en bikini... Ni lo que le haré a los chicos al verte en bikini.- Dijo mientras cogía su mochila.
Reí y puse los ojos en blanco. Oh, que raro, ya está saliendo a la luz el Harry celoso.
-Tranquilo, seremos muchas chicas.-Dije mientras cogía la ropa y le señalaba la puerta del baño.
+Pero ninguna como tú.- Murmuró mientras iba hasta el baño.
Si sigue diciendo cosas así, acabaré desmayándome de verdad.
¿Cómo puede ser tan perfecto? Es increíble.
Me quité la ropa y me coloqué la parte de abajo del bikini y unos pantalones cortos.
Luego me coloqué la parte de arriba del bikini y llamé a mi madre para que me lo atara, y lo hizo sin ningún problema. Después, me puse la camiseta y las converse y cogí mi mochila y mis gafas de sol y me las puse.

-Hazza, ¿estás listo?- Dije al lado de la puerta del baño.
+Por supuesto.- Dijo sonriendo mientras abría la puerta del baño.- Es que como estaba tu madre en tu habitación, no sabía si podía salir todavía.
-Ah, no, se fue después de ayudarme con el bikini.
Hizo un mohín y sus ojos se encendieron.
+Yo también podía ayudarte con el bikini.- Murmuró.
-Harry, quería ponérmelo, no quitámelo.- Dije riendo.
Él también rió y puso los ojos en blanco.
+Oh, ¡siempre piensas que haré lo mismo!- Dijo riendo.
-Ay, pues no sé por qué será.-Dije irónicamente.- Quizás sea por las inumerables veces que me has quitado la camiseta mientras te comportas de una manera un poco salvaje.
Apoyó sus manos en mi cintura y me atrajo hacia él. Yo apoyé las manos en la parte baja de su espalda. +¿Salvaje? Oh, cariño, pues he estado conteniéndome. No tienes ni idea de lo que te puedo llegar a hacer.- Susurró.
Me quedé sin palabras. Me pone muy nerviosa que haga eso... Que diga eso o lo que sea. El caso es que me pone muy nerviosa. Nerviosa y excitada.
Madre mía, ¿cómo puede ponerme así con tan solo unas palabras?
Colocó sus manos en mi trasero y sonreí.
-Últimamente te ha dado por apoyar tus manos en mi trasero, ¿no?- Dije riendo. +Es el mejor lugar para mis manos.- Dijo sonriendo.
Bajé las manos y las coloqué en su trasero, como hace él conmigo.
-¿Y qué pasa si yo lo hago?- Dije ya con las manos en su trasero.
Sonrió.
+Yo estoy encantado. Las puedes dejar todo el día ahí si quieres.
Reí. Creo que no me había fijado en el trasero de Harry. Es... Perfecto.
-Madre mía, Hazza, tienes más trasero que yo.- Murmuré.
Rió.
+Oh, cariño, eso es imposible.
-¡Eh!¿Me estás llamando culona?- Dije mirándolo mal.
Siguió riendo.
+No es lo que te llame, es lo que me gusta.- Dijo mientras me pegaba aún más a él.- Venga, vamos ya a despedirnos de tus padres.- Susurró mientras me cogía de la mano y tiraba de mí para ir hasta el salón.
-Bueno... Mami, papi, nosotros ya nos vamos.- Dije dándoles un beso a cada uno.
Harry le dio la mano a papá y un beso en la mejilla a mamá.
Muy bien, está aprendiendo cómo somos aquí, en Canarias.
Luego me volvió a coger de la mano y fuimos con Dei, que rápidamente hizo que los paparazzi se perdieran y no nos siguieran.
En el coche, Harry y yo íbamos detrás y Dei iba conduciendo. Harry y Dei iban hablando animadamente y yo no podía quitar de mi cara esa estúpida sonrisa bobalicona por verlos así.
Miré a Harry de arriba a abajo. Es precioso. Tiene el pelo despeinado, unas gafas de sol puestas, una camiseta blanca, un bañador rojo y esa sonrisa con sus oyuelitos en las mejillas. Es imposible ser tan guapo. Tiene que ser un pecado ser así.
Me estaba mirando y sonriendo. Bien... O cada vez me lo como más con los ojos o está más avispado y me pilla en más ocasiones. Me sonrojé, pero no quité la vista de él. Es demasiado guapo.
Me guiñó un ojo y sentí que me ponía más roja aún, así que decidí mirar por la ventana. Él tosió, ocultando una pequeña carcajada. Es angelical pero malvado a la vez. Es perfecto... Y un cabrón.
-¿Cuánto falta para llegar?- Le dije a Dei.
+Pues estamos llegando a una carretera que, aunque no está en buen estado, llegaremos antes y te aseguro que nadie nos seguirá, aunque hace tiempo que nos perdieron la pista.
-Entonces genial.- Dije sonriendo. Sonó el móvil de Hazza.
+Liam me va enviado un sms; dice que ya están ahí ellos, Violet y Scarlet, Kate y Marc y Hil y James.
-Seguramente Romi, Tay y Eric llegarán más tarde. A ellos eso de la “puntualidad“, no les va.- Dije riendo. Harry y Dei rieron.
+(Tn)______, no seas mala, que son tus amigos.- Dijo Dei.
-¡Oye, pero si yo me incluyo!- Dije riendo.- Recuerdo cuando quedábamos en algún sitio a una hora e ibamos llegando cada uno con intervalos de media hora, es decir, primero llegaba Tay; media hora después, Romi; media hora despues, yo y, por último, Eric.
+¡Eso es verdad!- Dijo Dei riendo.
+Bueno, yo no puedo opinar acerca de los demás, pero sé que tú eres muy poco puntual, cariño.- Dijo Harry riendo.
-¡Eh!- Dije mirándolo mal. Dei y Harry reían a carcajadas.
Oh, claro, ahora se juntan y se ponen en mi contra.
Le miré mal y sonrió mientras, a través de sus gafas de sol veía sus ojos encendiéndose.
Uy. Se me había olvidado lo caliente que se pone cuando me enfado, aunque todavía no entiendo porqué le pasa eso. Yo enfadada debo causar gracia, no excitación, aunque es verdad que cualquier chica se sentiría alagada si su novio se excita tan fácilmente por algo tan simple como es que ella se enfade.
Miré por la ventanilla y por fín estábamos entrando a la carretera que dijo Dei. Era de tierra y tenía muchísimos baches. Los agujeros son muy grandes.
-Dei, ¿no le va a pasar nada al coche si vamos por una carretera tan destrozada?
+No, por un par de veces no pasa nada, aunque para estar seguro lo llevaré a una revisión mañana.
-Si quieres podemos ir por algún sitio mejor.
+No, tranquila, este es corto así que llegaremos pronto. No es para tanto.
-Bueno, como quieras.- Dije dulcemente.
Él me sonrió, mirándome por el espejo retrovisor, y entramos en esa carretera.
Dei estaba concentrado para pisar el menor número de agujeros grandes posibles.
Sentí que me dolían los pechos. Es normal porque con tantos baches, el coche no para de dar saltitos y... Bueno, supongo que es normal.
Crucé los brazos por debajo de los pechos, así me duele menos.
Sin ni siquiera mirarlo, sabía que Harry me estaba mirando. Sentía su vista clavada en mí. Le miré y estaba viendo mis pechos, como ya me imaginaba. Ni se ha dado cuenta de que lo estoy mirando. Me aclaré la garganta, pero Harry estaba muy concentrado en mis pechos; y Dei, en no destrozar el coche. Seguí mirando a Harry. Por el amor de Dios, que mi hermano lo puede ver en cualquier momento. Se pasó la lengua por el labio inferior y sentí que se me subió la temperatura muy rápidamente. Joder, tiene que parar de hacer eso. Le dí un puñetazo en le muslo y se quedó descolocado. Miró mi mano, luego volvió a ver mis pechos y, por último, me miró a la cara. Le miré mal y él sonrió, mordiéndose el labio. Preferí quitarle la vista de encima y dejar que él me mire, porque siento tanto calor que estoy empezando a sudar.
-Dei, ¿puedes poner el aire acondicionado más fuerte, por favor? Asintió y le dio a un botón.
Y Harry no paraba de mirarme.Suspiré y me acerqué a él para hablarle al oído.
-El próximo puñetazo va por encima del muslo.- Susurré y me volteé completamente hacia la ventana para que no viera mis pechos.
Harry se aclaró la garganta y susurró un “lo siento“ con voz muy ronca. No me hubiera importado si no hubiera más nadie en el coche, pero está mi hermano... Y lo peor de todo es que siento mucha vergüenza y calor a la vez. Este chico me vuelve loca.
-¡Ya llegamos!- Dije al visualizar a los chicos, las chicas y la playa.
Cuando el coche se detuvo, bajé rápidamente y los abracé a todos.
-¡Muchas gracias por venir
+¡Gracias a tí por invitarnos!- Dijo Scarlett.
-Oh, por favor, ¿cómo no iba a invitarlos a todos?
+Da igual, muchas gracias.- Dijo Niall.
Sonreí.
+Bueno, ¿nos vamos ya a la playa?- Dijo Marc.
-No, no... Faltan los demás.
+¿Los demás?-Dijo Liam.
+Sí, Eric, Taylor y Romina.- Dijo Kate.
+¿Taylor y Romina!- Dijo Zayn sonriéndole a Louis.
Le di un puñetazo en el hombro a Zayn.
-¡Ni se te ocurra tocarlas... A ninguna!- Grité.
Todos rieron.
+¿Pero son guapas?- Dijo Louis.
-¡Sí, y mucho, así que ni tocarlas!
Zayn se estaba acariciando el hombro, quejándose del puñetazo.
+Oh, por Dios, ¡qué nenaza eres! ¿Cómo te puede doler que (Tn)_______ te pegue?- Dijo Louis poniendo los ojos en blanco.
Le dí un puñetazo a Louis por ese comentario.
+¡Joder, sí que duele!- Dijo Louis acariciándose el hombro.
-¡Esas palabras, Louis!
Todos reían.
+Cariño, no te sulfures, que es tu cumpleaños.- Dijo Harry riendo.
-¡Oye, pero que lo digo en serio, que no se les ocurra tocarlas, ni mirarlas con esas miradas de pervertidos que tienen!
+(Tn)______, que eres menor que ellas, que ellas ya saben lo que hacen.- Dijo Kate poniendo los ojos en blanco.
-Kate... ¿me vas a llevar la contraria?- Dije mirándola mal.- Yo lo decido. Tú conoces bien a estos dos y...- De repente, me vi boca abajo a más de un metro del suelo y no pude evitar chillar como una posesa.
Dei me había cogido y me había puesto boca abajo, apoyando mis caderas en su hombro derecho. Me sujetaba de las piernas.
-¡David, que me voy a caer, bájame, por Dios!- Grité, dándole con las manos en la espalda.
+Eh, está más agresiva, ¿no? ¿Qué le están haciendo en Inglaterra?- Dijo riendo.
-¡David, cuando me bajes te juro que te vas a llevar unos cuantos golpes! ¡Bájame ya!- Chillé.
+No, necesitas que te baje un poco la sangre al cerebro.- Dijo riéndo.
Todos reían
 -Dei, bájame, porfa...- Dije con voz de bebé, a ver si cuela.
+No coló.- Dijo riendo.
Joder. Le di otra vez en la espalda.
+Hazza, cógela un momento, que me debe de haber dejado un moratón.- Dijo Dei.
-Styles, ni se te ocurra. Me dejas en el suelo.- Dije empezando a enfadarme.
De repente, vi el suelo más lejos. Genial, ahora estoy en brazos de Harry.
Ellos se rieron de mí.
-Harry, bájame, ahora.
+No, cariño, creo que tu Dei tiene razón... Te tiene que bajar un poco la sangre al cerebro, porque últimamente estás más agresiva.- Dijo riendo.
-¿Así que “Dei“ y “Hazza“?- Dije impresionada al ver que ya se tratan muy informalmente.-¿Esto es un castigo?
+Algo así.- Respondieron todos a la vez.
Me quedé boquiabierta. Así que todos piensan que estoy más violenta...
-Styles, bájame, ahora.
+No.
Le mordí en la espalda. Rió y me bajó al suelo, rozando su cuerpo con el mío.
+Me va a gustar esa marca que me puedas dejar... Y mucho.- Me susurró.
-Hazza, no dejes que estos toquen a mis niñas.
Pasó su brazo por mi cintura.
+Por supuesto que no los dejaré.
Madre mía. Ahora que me fijo, así, con el pelo revuelto, las gafas de sol y con el bañador y la camiseta, parece un modelo.
Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro.